Simplificando la gestión en la nube: ¿Por qué se ha vuelto más difícil?

La nube ha revolucionado la forma en que las empresas gestionan su infraestructura tecnológica. Se suponía que el cloud computing haría la vida más fácil para los profesionales de TI, pero en realidad ha generado nuevos desafíos y complicaciones. ¿Por qué ha sucedido esto?

En primer lugar, es importante reconocer que la nube ha simplificado ciertos aspectos de la informática empresarial. Ha permitido a la mayoría de las empresas despedirse de la gestión de infraestructura física y ha puesto herramientas y servicios sofisticados al alcance de las organizaciones de TI. Sin embargo, también ha añadido dificultades significativas a la vida de los profesionales de TI.

Una de las razones por las que la gestión en la nube se ha vuelto más difícil es la necesidad de dominar múltiples herramientas y servicios específicos de cada proveedor. Antes, los profesionales de TI solo tenían que ser expertos en administración de servidores o en herramientas de línea de comandos de Linux. Ahora, deben aprender a utilizar las herramientas y servicios de computación en la nube de cada proveedor.

Otro factor que ha complicado la gestión en la nube es la aparición de nuevas categorías de herramientas que no existían en los entornos locales. Antes de la nube, los equipos de TI no tenían que preocuparse por escribir políticas de IAM o por conectar cargas de trabajo remotas a una VPN. Estas nuevas herramientas requieren tiempo y esfuerzo adicional para su implementación y gestión.

Además, la nube ha introducido una mayor complejidad en la planificación presupuestaria. Si bien ha permitido a las empresas cambiar a un modelo de gastos operativos (OpEx) para sus necesidades de infraestructura, también ha generado dificultades para predecir los costos de manera confiable debido a los complicados esquemas de precios impuestos por los proveedores de la nube.

Otro desafío que enfrentan los profesionales de TI es la amplia gama de opciones que ofrece la computación en la nube en cuanto a cómo y dónde alojar las cargas de trabajo. Si bien esto brinda flexibilidad, también implica invertir más tiempo en evaluar y validar diferentes enfoques. En el pasado, en un entorno local, las opciones eran limitadas y se dedicaba menos tiempo a optimizar las estrategias.

Por último, la visibilidad y el control sobre las cargas de trabajo en la nube también pueden ser limitados. Muchos servicios en la nube solo exponen ciertos tipos de métricas y registros, lo que dificulta a los equipos de TI obtener información completa sobre la infraestructura subyacente. A pesar de esta limitación, se espera que los equipos de TI mantengan los mismos niveles de rendimiento y disponibilidad que en la era de los entornos locales.

En conclusión, aunque la nube ha traído beneficios significativos a las empresas, también ha generado nuevos desafíos para los profesionales de TI. La necesidad de dominar múltiples herramientas, la complejidad presupuestaria, la amplia gama de opciones y la limitada visibilidad son solo algunos de los obstáculos que deben superar. Sin embargo, con una planificación adecuada y una comprensión profunda de las implicaciones de la nube, es posible simplificar la gestión en la nube y aprovechar al máximo sus ventajas.

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