El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) está generando mucho interés y expectativa en los medios de comunicación y la industria. Sin embargo, la mayoría de las empresas no están preparadas para los cambios que esta tecnología traerá consigo. Aunque estamos atraídos por los beneficios y las ideas que el IoT puede ofrecer, no estamos preparados para los cambios asociados. Es importante que las organizaciones se preparen para los cambios en el poder del mercado, la creciente complejidad, la seguridad y los cambios en los procesos que vendrán con la implementación del IoT.
Uno de los aspectos más atractivos del IoT son las ideas y los beneficios que pueden surgir de los vehículos autónomos. Menos accidentes, sin problemas de estacionamiento, mayor productividad durante los viajes, compartir automóviles y una mayor eficiencia en la infraestructura son solo algunos ejemplos de los beneficios personales y sociales que podríamos obtener. Sin embargo, lo más importante es la cantidad de datos que estos vehículos pueden recopilar. Los fabricantes podrían utilizar estos datos para diagnosticar problemas, los mecánicos podrían prevenir fallas, las aseguradoras podrían entender los riesgos y las ciudades podrían mejorar su infraestructura. Estos son los tipos de ideas que estamos listos para explorar.
Sin embargo, el IoT traerá consigo muchos más cambios de los que la mayoría de las personas reconocen. Al igual que el fuego requiere calor, oxígeno y combustible, el análisis de datos requiere datos, tecnología y conocimiento. Hace una década, los avances en tecnología de la información permitieron un auge en el uso corporativo del análisis de datos. Ahora, estamos presenciando una convergencia similar con el IoT. La tecnología de sensores se ha vuelto más accesible y se puede incorporar en la mayoría de los productos. Además, contamos con una infraestructura de comunicaciones que permite la coordinación de estos componentes distribuidos. Gracias a innovadores expertos, estamos viendo las posibilidades que los datos recopilados por el IoT pueden ofrecer.
Si bien estamos listos para aprovechar los beneficios de los datos recopilados por el IoT, no estamos preparados para los cambios que esto implicará. Algunos de los desafíos que enfrentaremos son:
Poder del mercado:
El IoT proporcionará una mayor cantidad y un mayor valor de datos, pero ¿están las empresas preparadas para alinear sus intereses en la obtención de valor con otras empresas y usuarios finales que crean, poseen y brindan servicios a los productos que generan los datos? En el ejemplo de los vehículos autónomos, es fácil ver cómo múltiples partes interesadas podrían utilizar los datos de los automóviles. Sin embargo, puede no estar claro quién es el propietario de los datos y cómo se pueden utilizar. Incluso podría cambiar la forma en que se realizan los pagos, ya que los fabricantes podrían pujar por el derecho de instalar bombillas inteligentes en los hogares de los consumidores. El valor de los datos podría generar conflictos entre las partes interesadas.
Complejidad:
Pocas organizaciones están preparadas para convertirse en empresas de desarrollo de hardware y software. Sin embargo, esto es lo que permitirá el IoT. A medida que los productos se construyen con sensores incorporados, la complejidad de los componentes aumenta. Esto implica que los sistemas de fabricación y las cadenas de suministro se volverán más elaborados. Además, el software incorporado en los productos deberá actualizarse cuando se descubran fallas. Por ejemplo, a pesar de que se descubrió el error de Heartbleed en un componente básico de software ampliamente utilizado para la comunicación a través de Internet, muchos dispositivos aún no han sido corregidos. Esta actualización creará una variedad de versiones que deberán ser compatibles. Las empresas tendrán que convertirse en empresas de hardware y software, además de lidiar con su complejidad existente.
Seguridad:
Si consideramos que los datos son valiosos, debemos estar preparados para que las personas intenten robárnoslos. ¿Por qué los datos serían diferentes a cualquier otro objeto preciado? El contexto del IoT intensifica la necesidad de requisitos de seguridad. Por ejemplo, los sensores o el software que permiten el control físico del producto facilitan los ataques. Ya hemos visto ejemplos que van desde turbinas eólicas que pueden ser controladas por usuarios no autorizados hasta grabadoras de datos de barcos que pueden ser manipuladas para ajustar los registros históricos, e incluso muñecas Barbie que permiten a los atacantes escuchar conversaciones. Los problemas de seguridad se propagan tan rápidamente como los dispositivos IoT. Sin embargo, los ataques más insidiosos podrían ser aquellos que no notamos, ya que los datos envenenados pueden ser difíciles de detectar debido al volumen de datos que los dispositivos IoT producen.
Cambios en los procesos:
Muchos procesos empresariales siguen siendo “reactivos”. Se recopila información, se analiza y luego se toman decisiones. Esto funciona cuando el cambio es lento. Sin embargo, con la transición al IoT, los datos fluirán constantemente, desafiando los informes rutinarios y las horas de trabajo normales. Si las organizaciones quieren aprovechar las oportunidades que brindan los datos de los dispositivos IoT, deberán desarrollar la capacidad necesaria para reaccionar rápidamente. Pocas empresas grandes están preparadas para esto, y mucho menos las pequeñas y medianas empresas que no cuentan con los recursos de las grandes corporaciones.
La buena noticia es que, al reconocer cada uno de estos desafíos, las organizaciones pueden comenzar el proceso de preparación. Antes de considerar la implementación de dispositivos IoT para recopilar datos, las organizaciones pueden aclarar la propiedad y gobernanza de los datos. Antes de diseñar dispositivos IoT, las organizaciones pueden decidir si deben invertir en el desarrollo de esta tecnología o trabajar con organizaciones especializadas. Antes de implementar dispositivos IoT, las organizaciones pueden diseñar procesos de seguridad y actualización. Antes de instalar dispositivos IoT, las organizaciones pueden diseñar procesos para aprovechar la nueva información. El momento clave para prepararse es antes de que el fuego del IoT se propague.