El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) está revolucionando la forma en que las empresas operan y se relacionan con la tecnología. Ya no se trata solo de conectar dispositivos remotos o sensores, sino de repensar la relación de una organización con la tecnología y las posibilidades que se están abriendo.
El IoT implica mucho más que implementar una nueva tecnología, es una nueva forma de hacer negocios. Significa establecer una relación continua con los clientes las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Implica utilizar análisis para comprender y predecir el rendimiento de los productos. Estos y otros cambios fueron explorados por Maciej Kranz, vicepresidente del Grupo de Innovaciones Estratégicas de Cisco, quien señala que muchas de las piezas clave para el éxito del IoT aún no están en su lugar en las empresas.
En su último libro, “Construyendo el Internet de las Cosas: Implementar nuevos modelos de negocio, desafiar a los competidores y transformar su industria”, Kranz describe los pasos clave necesarios para ingresar al mundo del IoT:
Pensar de manera diferente y no tener miedo de ser poco convencional
El visionario del IoT no necesita ser un científico o ingeniero, sino alguien curioso, reflexivo y un tanto rebelde, porque es necesario mirar el negocio y sus procesos de manera nueva y posiblemente no convencional.
Comenzar con la oportunidad de negocio, no con la tecnología
El objetivo principal del IoT es resolver problemas empresariales, no enriquecer a los proveedores de tecnología o emocionar a los entusiastas de la tecnología de la empresa con un proyecto interesante. Es importante identificar la justificación empresarial de su proyecto de IoT desde el principio y, si no puede hacerlo, seguir aprendiendo, experimentando y comparando sus resultados con los de sus colegas. Además, es un buen momento para buscar un campeón ejecutivo que brinde visibilidad y orientación a nivel de la alta dirección.
Comenzar con problemas fáciles de resolver
Existen muchos problemas básicos que han estado afectando a las empresas durante años, como tener acceso en tiempo real a operaciones remotas o abordar fallas de productos de manera oportuna. Es recomendable comenzar los esfuerzos de IoT con problemas de bajo riesgo que tengan beneficios claros y luego avanzar desde allí. “Piensa en grande, pero comienza pequeño”, aconseja Kranz. A medida que adquiera experiencia y apoyo, podrá ser cada vez más ambicioso.
Hacerlo en equipo y como empresa, y estandarizar tanto como sea posible
El IoT no es un juego para solitarios, es un deporte de equipo. Es importante reunir un “ecosistema de socios tanto internos como externos de la empresa y asegurarse de que puedan trabajar bien juntos. Ajustar los procesos y los indicadores clave de rendimiento de manera apropiada. Insistir en estándares abiertos en todo momento”.
En resumen, preparar a una empresa para abrazar el Internet de las Cosas implica un cambio de mentalidad y una reevaluación de la forma en que se hacen los negocios. Es necesario pensar de manera diferente, comenzar con problemas fáciles de resolver, trabajar en equipo y estandarizar tanto como sea posible. El IoT ofrece oportunidades emocionantes para las empresas, pero solo aquellas dispuestas a adaptarse y abrazar el cambio podrán aprovechar al máximo esta revolución tecnológica.