En el mundo empresarial, cada negocio tiene su propio sabor y características, y puede necesitar soluciones de software ERP especialmente asistidas o personalizadas para satisfacer sus necesidades. Sin embargo, en general, se puede decir que la “vainilla” es el sabor de todos los negocios. Ya se han vuelto populares las historias de desastres de implementaciones de ERP fallidas y, en la mayoría de los casos, las expectativas excesivas de la solución o la personalización extrema son las culpables de los fracasos del proyecto. El término “ERP de vainilla” fue introducido por primera vez en los años 90 por los principales proveedores como SAP y Oracle. “Vainilla” simplemente se refiere a un estilo de implementación listo para usar que tiene pocos o ningún cambio en el diseño básico del código de la solución ERP. El ERP de vainilla rechaza el concepto de personalizaciones interminables en la solución original y fomenta el uso de las funcionalidades principales del ERP. Este blog arroja luz sobre por qué la vainilla se considera la mejor opción para la implementación de ERP en su organización.

1. Procesos empresariales refinados

La implementación de un ERP de vainilla exige una revisión rigurosa de los procesos empresariales, lo que resulta en la filtración de prácticas innecesarias y redundantes y, a su vez, en su refinamiento para que sean simples y fáciles de ejecutar. Este proceso también elimina procedimientos complejos y funcionalidades inadecuadas para garantizar el éxito del proyecto a nivel fundamental. Se requiere un sólido respaldo de la dirección para llevar a cabo esta reingeniería de los procesos empresariales, pero una vez que el objetivo está claro, la adopción del nuevo proceso se vuelve mucho más fácil tanto para la dirección como para los empleados.

2. Evita los dolores de cabeza de la implementación

La personalización, aunque hace que la solución ERP se ajuste perfectamente a los procesos empresariales, también aumenta el nivel de complejidad y el riesgo de fracaso de la implementación de manera significativa. Muchas veces, debido a modificaciones y personalizaciones excesivas, el código personalizado básico de la solución puede dejar de funcionar según las operaciones empresariales únicas, lo que puede dejarte en una situación de “estar en el limbo”. El mejor camino es el camino directo con un proceso de implementación simple e ininterrumpido.

3. Económico

En general, los ERP de vainilla se basan en el principio de Pareto o la regla del 80-20, considerando que el 80% de los procesos son iguales para la mayoría de las organizaciones. La singularidad en las operaciones empresariales puede representar el 20% o menos. Con el 80% de las características que coinciden exactamente con tus procesos/requisitos empresariales, invertir en personalizaciones para el 20% restante siempre es mejor que invertir en personalizar una solución al 100% desde cero. Por lo tanto, la solución de ERP de vainilla ahorra mucho dinero en comparación con sus contrapartes personalizadas. Esto se debe a que el trabajo adicional en el diseño básico del software conlleva costos de desarrollo, diseño y esfuerzos de implementación. El costo es directamente proporcional al grado de personalización, cuanto menos, mejor para la organización a largo plazo.

4. Actualizaciones sin problemas

Las actualizaciones de software siempre se diseñan teniendo en cuenta el diseño básico de la solución. Por lo tanto, cuando se carga una actualización en la solución personalizada, el sistema no puede llevar a cabo todo el proceso, lo que puede hacer que toda la cadena de suministro se detenga. Por lo tanto, las actualizaciones siempre van acompañadas de parches y complementos para una solución personalizada, pero aún así existen grandes posibilidades de que la actualización falle. Esto puede resultar en un proceso exhaustivo de reversión que requiere mucho tiempo, mano de obra y gastos adicionales. Además, la producción interrumpida puede ocasionar graves problemas de entrega con tus valiosos clientes. En resumen, una implementación de ERP de vainilla puede que no permita siempre una integración completa en el proceso empresarial, pero sin duda resulta confiable a largo plazo para cualquier organización. Aunque el sabor de vainilla puede que no venga con delicioso chocolate caliente y adornos extravagantes en tu especial de los domingos, sin duda es el mejor sabor para disfrutar del sabor suave y sin estrés de tu valiosa inversión en un proyecto de ERP.