Las aplicaciones en la nube son cada vez más populares en el entorno empresarial. Sin embargo, lograr un rendimiento óptimo no es algo que suceda por accidente. A diferencia de los entornos de TI locales, en la nube se limita la capacidad de personalizar la infraestructura y otras características disponibles. Afortunadamente, existen servicios y prácticas que pueden mejorar el rendimiento en la nube. A continuación, te presentamos algunos elementos clave que debes considerar para optimizar tus cargas de trabajo:
1. Selecciona las instancias adecuadas
Para obtener resultados óptimos, es importante comprender las necesidades de recursos de tu carga de trabajo y seleccionar un tipo de instancia con características apropiadas. Las máquinas virtuales (VM) son el tipo de instancia más común en la nube, aunque las variantes de contenedores también están ganando popularidad. El objetivo es elegir el tamaño adecuado de la instancia con la mejor asignación de CPUs virtuales (vCPUs), memoria y características especializadas. Si la instancia es demasiado grande, los recursos adicionales tendrán poco beneficio en el rendimiento de la carga de trabajo en la nube y, en última instancia, se desperdiciará dinero. Por otro lado, si la instancia es demasiado pequeña, afectará el rendimiento, e incluso puede que la carga de trabajo no se ejecute en absoluto. Los proveedores de servicios en la nube ofrecen una amplia variedad de tipos de instancias, cada una con una combinación única de vCPUs, memoria, almacenamiento y redes. Estas VM se pueden adaptar a tareas específicas, como cargas de trabajo de escala horizontal y ARM. También existen instancias optimizadas para cargas de trabajo intensivas en cómputo, aplicaciones con uso intensivo de memoria, inteligencia artificial, entre otras. Por lo tanto, es esencial elegir la instancia adecuada para tu carga de trabajo.
2. Implementa servicios de escalado automático
Tradicionalmente, las empresas abordaban el escalado de manera ad hoc. Sin embargo, en la nube pública, el escalado es dinámico y ofrece la posibilidad de agregar o eliminar instancias y recursos relacionados según la demanda. Los principales proveedores de servicios en la nube, como AWS, Google Cloud Platform (GCP) y Microsoft Azure, ofrecen servicios de equilibrio de carga y escalado automático. Para mejorar el rendimiento en la nube, las organizaciones deben implementar un conjunto de reglas adecuado para decidir cuándo y qué escalar. En muchos casos, los servicios de monitoreo rastrean características de carga, como la utilización promedio de vCPUs. Cuando la carga de trabajo supera un umbral de utilización definido, la alerta de monitoreo activa el servicio de escalado automático, que sigue un plan predefinido para agregar recursos y establecer preferencias de equilibrio de carga. Cuando la carga disminuye por debajo de un umbral determinado, el servicio de escalado automático puede revertir el proceso y retirar los recursos innecesarios.
En resumen, para optimizar el rendimiento de tus aplicaciones en la nube empresarial, es fundamental seleccionar las instancias adecuadas y aprovechar los servicios de escalado automático. Estas prácticas te permitirán maximizar el rendimiento de tus cargas de trabajo y garantizar una experiencia óptima para tus usuarios.
Fuente del artículo: TechTarget