La tecnología de Internet de las cosas (IoT) está en constante crecimiento y cada vez más presente en nuestras vidas. Sin embargo, no basta con simplemente conectar dispositivos a la red, es importante elegir la tecnología adecuada y utilizar estrategias efectivas para obtener los mejores resultados.
Al igual que al formar un equipo de trabajo sólido para una empresa, al seleccionar componentes y software para una red IoT es fundamental considerar cómo interactúan entre sí y cómo afectan a la misión de la organización. Aunque no esperamos que un sensor o una pasarela IoT se base en los valores éticos de nuestra empresa, es importante que el ecosistema IoT sea saludable y se adapte a nuestras necesidades organizativas.
Para lograr esto, es necesario establecer criterios de rendimiento que permitan monitorear y mantener la salud del sistema IoT. Sin embargo, esto puede presentar algunos desafíos que debemos superar para obtener una supervisión rigurosa y generar datos significativos que reflejen la realidad de nuestra empresa.
La implementación de Internet de las cosas no es estática, lo que puede llevar a la imprecisión en los resultados. Por ejemplo, una ciudad que crea un sistema de monitoreo de basura para evaluar la eficiencia de sus servicios de limpieza puede darse cuenta de que este enfoque tiene limitaciones y decide expandir su red IoT utilizando sensores en los camiones de basura. Esto nos muestra cómo las aplicaciones de IoT pueden volverse confusas si no se planifican adecuadamente.
Para mejorar la salud de la tecnología IoT y obtener los mejores resultados, aquí te presentamos tres estrategias clave:
1. Establecer criterios de rendimiento
Es fundamental definir los criterios de rendimiento que nos permitan evaluar el funcionamiento de nuestra red IoT. Esto nos ayudará a identificar posibles problemas y tomar medidas correctivas de manera oportuna.
2. Adaptarse a los cambios
La tecnología IoT está en constante evolución, por lo que es importante estar preparados para adaptarnos a los cambios. Esto implica estar al tanto de las nuevas tecnologías y tendencias, y actualizar nuestra red IoT de acuerdo a las necesidades de nuestra organización.
3. Planificar y diseñar adecuadamente
Antes de implementar una red IoT, es importante realizar una planificación y diseño adecuados. Esto implica identificar los objetivos y necesidades de nuestra organización, seleccionar los componentes y software adecuados, y asegurarnos de que la red esté diseñada de manera eficiente y segura.
En conclusión, mejorar la salud de la tecnología IoT es fundamental para obtener los mejores resultados y aprovechar al máximo los dispositivos y datos de nuestra red. Al establecer criterios de rendimiento, adaptarnos a los cambios y planificar adecuadamente, estaremos en el camino correcto para construir un ecosistema IoT saludable y eficiente.