La migración a la nube es una tendencia imparable en el mundo empresarial. Sin embargo, aprovechar al máximo los beneficios de la nube puede ser un desafío. Tomar la decisión equivocada puede resultar en la pérdida de millones de dólares, mientras que hacerlo correctamente puede generar enormes ganancias. No todo en la nube es automáticamente mejor, más barato o más innovador. Si bien es posible lograr grandes eficiencias, también es fácil sobreprovisionar capacidad innecesaria o permitir que los servicios no monitoreados se descontrolen porque se han configurado para escalar automáticamente. Además, es posible suscribirse a aplicaciones de Software como Servicio (SaaS) que te obliguen a utilizar al mismo proveedor para siempre o que dificulten el cambio. Incluso para los productos en la nube que tienen palabras positivas como “autónomo” o “elástico” en sus nombres, el éxito no es automático. Es importante asegurarse de que estos servicios no te estén llevando en una dirección que no deseas. Comprender la gama completa de opciones de implementación en la nube es especialmente importante en el contexto del ERP, donde los proveedores han estado promocionando las encarnaciones de SaaS de sus plataformas como la opción rápida y fácil. Antes de seguir el camino de menor resistencia, considera tus alternativas.
1. Utiliza SaaS cuando tenga sentido
Ya he mencionado que puede haber inconvenientes en el uso de SaaS. Los ERP requieren mucho esfuerzo para implementarlos y perfeccionarlos, convirtiéndose en el “corazón y cerebro” de la organización. Migrar a un ERP en la nube, incluso del mismo proveedor, implica potencialmente desechar años de trabajo en personalizaciones e integraciones que pueden no cumplir con las “mejores prácticas” del proveedor o las tuyas propias. Además, es posible que descubras que algunas de tus aplicaciones de ERP más críticas para el negocio, como la automatización de la planta de producción y la gestión de la cadena de suministro, no tienen equivalentes SaaS igualmente capaces. Sin embargo, es posible que decidas que los beneficios superan las desventajas en funciones específicas de alto impacto. Incluso si no mueves toda la empresa, un ERP en la nube puede tener sentido para una división, una empresa recién adquirida o tu fuerza de ventas distribuida.
2. Migrar aplicaciones confiables
Muchos de nuestros clientes están satisfechos con su ERP actual y prefieren invertir su tiempo y talento en otras aplicaciones que generen ingresos. Aquellos que no creen que su organización necesite un cambio radical aún pueden concluir que necesitan desarrollar nuevas capacidades. Pueden comenzar a ejecutar sus ERPs existentes (con todas sus personalizaciones) en infraestructura en la nube e ir incorporando gradualmente otros servicios en la nube. No estoy de acuerdo con aquellos que desprecian esta estrategia de “migrar y ejecutar” para trasladar un ERP existente a un alojamiento en la nube, incluso si la aplicación en sí misma permanece más o menos sin cambios. Por ejemplo, uno de nuestros clientes logró un mejor rendimiento al alojar su sistema Oracle EBS en la nube, en parte porque el proveedor en la nube los configuró en su hardware de servidor más moderno y avanzado. Ahora ya no se preocupan por reemplazar y actualizar el hardware, y pueden lograr una alta disponibilidad. Además, la recuperación ante desastres (una capacidad que nunca tuvieron antes) es solo cuestión de aprovechar la arquitectura distribuida del proveedor en la nube.
En resumen, la migración a la nube puede ser una estrategia rentable para las empresas, pero es importante evaluar cuidadosamente las opciones y considerar las implicaciones a largo plazo. No todas las aplicaciones de ERP son adecuadas para la nube, y es fundamental comprender los beneficios y las limitaciones antes de tomar una decisión. Al hacerlo, podrás maximizar los beneficios del ERP en la nube y asegurarte de que estás tomando la mejor decisión para tu organización.