Los deportes de resistencia se definen como aquellos que implican una actividad física sostenida durante un largo período de tiempo. Los ejemplos más comunes que vienen a la mente son correr largas distancias, ciclismo, esquí de fondo, senderismo y el triatlón de larga distancia que combina natación, carrera y ciclismo. La principal diferencia en los deportes de resistencia en comparación con los deportes de fuerza es la menor intensidad promedio durante la actividad. Esto es intrínseco a la duración y las distancias de los propios deportes: probablemente puedas correr 100 metros a máxima intensidad, ¡pero no puedes mantener ese mismo ritmo durante las 26.2 millas de un maratón! Como ocurre en todos los deportes, el rendimiento en los deportes de resistencia depende de muchos factores diferentes. Algunos ejemplos incluyen la fuerza, el tipo de calzado que usas, la calidad de tu técnica, etc. Sin embargo, a diferencia de otros deportes, los deportes de resistencia aplican esos factores durante distancias y tiempos muy largos. Cuando se extienden a lo largo de una larga distancia o duración, los factores que afectan el rendimiento se multiplican y magnifican. Si volvemos a nuestro ejemplo de sprint vs. maratón: si tus zapatillas de correr son demasiado pequeñas para tus pies, probablemente aún puedas correr 100 metros a toda velocidad; sin embargo, intenta correr con esas zapatillas durante 26.2 millas y será una historia completamente diferente. Por lo tanto, el éxito en los deportes de resistencia se basa en poder controlar de manera precisa y luego optimizar todos los factores, grandes o pequeños, que podrían mejorar o perjudicar tu rendimiento con el tiempo.
Tomemos el ciclismo como otro ejemplo: algunos factores importantes en el ciclismo son el peso del cuadro de tu bicicleta y las elecciones de la ropa que usas. En contraste, los factores pequeños podrían ser cosas como las ganancias aerodinámicas de afeitarte las piernas antes de una carrera y la viscosidad del lubricante que aplicas a la cadena de tu bicicleta. Como declaró David Brailsford (ex director de rendimiento del ciclismo británico) en su teoría llamada “La acumulación de pequeñas mejoras”: “pequeñas mejoras, cuando se suman y se aplican a lo largo del tiempo, conducen a aumentos significativos”. Con la necesidad siempre presente de comprender, monitorear y luego controlar la amplia gama de factores que podrían influir en el rendimiento, Internet de las cosas (IoT) está perfectamente posicionado para traer una nueva era en los deportes de resistencia.
El problema: prácticas costosas, lentas y dispares de recopilación de datos obstaculizan el progreso. Para muchos atletas de resistencia, especialmente aquellos que recién comienzan, el entrenamiento y el rendimiento se miden principalmente por la sensación (por ejemplo, “¿qué tan difícil fue ese esfuerzo en una escala del 1 al 10?”). Con el tiempo, se ha desarrollado la tecnología básica para recopilar más datos sobre la medición del rendimiento físico, siendo los monitores de frecuencia cardíaca los más comunes, lo que ha abierto una nueva ventana hacia información sobre el entrenamiento. Sin embargo, hasta hace poco, no ha habido cambios importantes en la tecnología en sí misma. Mirando hacia atrás, la ciencia de la mejora en el deporte de resistencia se ha visto obstaculizada por los procesos de medición de datos que eran: costosos o no disponibles: el hardware, los equipos y los sensores necesarios para tomar decisiones clave de rendimiento eran demasiado caros o simplemente no existían, lo que dificultaba incluso para los atletas profesionales acceder a ellos. Retrasados: los usuarios solo podían revisar sus datos y métricas después de descargarlos del dispositivo y cargarlos en una computadora, lo que dificultaba obtener comentarios oportunos y casi imposibles de tomar decisiones en tiempo real. Inacción: los datos de múltiples fuentes y sensores se presentaban al usuario en sus propias aplicaciones, archivos o silos de software, sin ninguna síntesis o recomendaciones. Con tantos factores que podrían afectar el rendimiento y sin un lugar para agregarlos todos, muchos atletas se vieron obligados a intentar mejorar a través de prueba y error, o se sintieron abrumados por qué acción tomar a continuación.
La IoT es relativamente incipiente en la industria de los deportes de resistencia. Las limitaciones en la duración de la batería, la conectividad y la usabilidad han dificultado aprovechar eficazmente los beneficios completos de la IoT en relación con los deportes de resistencia.
La solución: sensores totalmente conectados y de larga duración que brindan datos reveladores. Si te gusta correr, es posible que ya uses un Apple Watch o un Garmin para rastrear tu ruta con GPS, monitorear tu frecuencia cardíaca a través de ANT+ y transmitir música a tus auriculares mediante Bluetooth. Los avances recientes y la madurez de la IoT tanto en el ámbito empresarial como en el de consumo significan que los atletas tienen acceso a la tecnología necesaria para tomar decisiones que cambian el juego y elevar su rendimiento por primera vez.
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