El Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) se refiere a la conexión inalámbrica de dispositivos y electrodomésticos (desde teléfonos inteligentes y refrigeradores hasta automóviles y dispositivos de monitoreo cardíaco), pero las implicaciones más amplias no son tan obvias. Actualmente existen 25 mil millones de objetos IoT gracias al uso generalizado de la computación en la nube. Algunas estimaciones indican que este número crecerá a 50 mil millones para el año 2020. Y cada uno de estos dispositivos puede revelar datos íntimos sobre los objetos que los contienen. ¿Qué tan vulnerable nos hace esto? La frecuencia de las violaciones de datos está aumentando en todo el mundo. ¿Vale la pena correr el riesgo? Ese tren ya se adentró en territorio desconocido hace mucho tiempo. Consideremos que más de dos tercios (70 por ciento) de los 50 mil millones de objetos conectados a Internet ya han demostrado serias debilidades. Sin embargo, nadie quiere que sus datos personales caigan en manos equivocadas. Los dispositivos IoT no tienen que estar incrustados en objetos críticos para crear vulnerabilidades. Por ejemplo, un estudio de Rapid7 encontró que los monitores de bebés conectados a Internet podrían proporcionar una puerta de entrada a datos personales si están conectados a redes sensibles. El estudio también ofrece recomendaciones para abordar esas exposiciones. Es aterrador imaginar lo que podría suceder si los hackers tomaran el control de dispositivos de salud conectados a IoT o algo peor. Para enfrentar este problema de frente, el FBI emitió una declaración para alertar a los consumidores sobre los peligros potenciales, así como recomendaciones para proteger los dispositivos de salud portátiles. La seguridad del IoT seguirá presentando desafíos, pero equipos de expertos de todo el mundo están dedicados a superar esos desafíos. La Iniciativa Global de Estándares del Internet de las cosas crea estándares y recomendaciones universales para el uso de dispositivos conectados a IoT. Esta iniciativa mundial se centra en combatir las amenazas estableciendo un uso controlado y unificado de los dispositivos IoT. También se han creado otras alianzas para combatir este problema, como la Fundación de Seguridad del Internet de las cosas. Este grupo sin fines de lucro de empresas tecnológicas líderes ayuda a evaluar los dispositivos IoT en busca de posibles vulnerabilidades y brinda asistencia en seguridad. Al mismo tiempo, grupos más pequeños de investigadores han organizado una asociación llamada BuildItSecure.ly. Esta organización ayuda a las empresas emergentes de IoT a construir objetos seguros desde cero. Empresas individuales como Dell están desarrollando soluciones que se enfocan en problemas comunes de seguridad del IoT. GENBAND, una empresa de software de comunicaciones, ofrece seguridad en capas para las conexiones de dispositivos IoT. El producto, Kandy Communications Platform-as-a-Service, separa las conexiones de dispositivos IoT en paquetes predefinidos que incorporan tecnología de encriptación y protocolos de seguridad. Todas estas empresas entienden que, para tener éxito, sus soluciones de IoT deben proteger y conectar a sus clientes. El Internet de las cosas es solo un aspecto del futuro de la computación en la nube. Para obtener más información sobre el futuro de la computación en la nube, visita este enlace interactivo.
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