En la actualidad, el Big Data se ha convertido en una necesidad para las empresas de diversos sectores, ya que se recopilan, procesan y almacenan enormes cantidades de datos cada día. Estos datos se obtienen de diferentes fuentes como dispositivos móviles, correos electrónicos, aplicaciones en la nube y servidores. Dentro de estas infraestructuras de Big Data, se pueden encontrar información personal, como la edad de los clientes, así como datos de navegación que se utilizan para personalizar su experiencia de compra. Incluso se almacenan datos de salud obtenidos de los registros médicos electrónicos.
A medida que las empresas se vuelven más inteligentes en la recopilación y análisis de Big Data, los hackers también se vuelven más astutos en el despliegue de ataques que ponen en riesgo información sensible. Para gestionar la seguridad del Big Data, se han desarrollado herramientas como la encriptación, la gestión centralizada de claves, el control de acceso de usuarios, la detección y prevención de intrusiones, y la seguridad física. Estas herramientas se mejoran constantemente gracias a las comunidades de desarrollo de código abierto y a los equipos de software propietario que buscan estar un paso adelante de los delincuentes cibernéticos.
Sin embargo, estas herramientas de seguridad del Big Data presentan algunas deficiencias que pueden dar lugar a vulnerabilidades en el sistema. Por ejemplo, las nuevas tecnologías en desarrollo, como las herramientas analíticas avanzadas y las bases de datos no relacionales, requieren procesos de seguridad avanzados que son complicados de implementar y configurar. Además, aunque algunas de estas herramientas pueden proteger eficazmente los datos entrantes y su almacenamiento, es posible que no tengan el impacto deseado en la salida de datos. La extracción de datos sin autorización puede realizarse por curiosidad o con fines delictivos, por lo que es importante monitorear estas actividades sospechosas para mejorar la seguridad.
Las plataformas de Big Data basadas en clústeres introducen múltiples vulnerabilidades en diferentes nodos y servidores. Por último, si no se actualizan y aplican periódicamente los parches de seguridad del software, los propietarios de Big Data corren un gran riesgo de pérdida de datos y daño a su reputación de marca. Además, centrarse en la seguridad de las aplicaciones en lugar de la seguridad del sistema también puede ayudar a proteger el Big Data, al igual que la implementación de monitoreo en tiempo real para mejorar la seguridad del Big Data.
Las plataformas de Big Data bien monitoreadas, junto con las mejores prácticas y la conciencia de los empleados, pueden servir a todas las industrias durante muchos años.
Artículo original: CIO Review
