La historia está llena de personas que no lograron anticipar el impacto del cambio tecnológico. ¿Estamos cometiendo el mismo error con la tecnología financiera (fintech)? ¿Podría ser, de hecho, la próxima tecnología revolucionaria para impulsar el crecimiento económico?
Las innovaciones financieras son diferentes a otras invenciones en el sentido de que pueden impactar directamente la eficiencia del sector financiero, que es cómo se intermedian los ahorros y las inversiones en una economía, y que luego afectan al crecimiento. Sin embargo, la fintech es parte de la economía digital que ha producido innovaciones que han transformado la forma en que vivimos, incluso cuando el crecimiento de la productividad se ha desacelerado en las economías avanzadas durante décadas. Esto se refleja en la paradoja de Solow: la era de la computadora se ve en todas partes, excepto en los datos de productividad.
La Junta de Estabilidad Financiera divide la fintech en cinco categorías principales: pagos, compensación y liquidación; depósito, préstamo y captación de capital; seguros; gestión de inversiones; y apoyo al mercado. La fintech ha tenido más éxito en el área de los pagos y menos en las demás. Según el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, el potencial de la fintech es desagregar la banca en sus funciones principales, como liquidar pagos y asignar capital.
Para los banqueros centrales y los reguladores que están monitoreando el sector, el crecimiento de la fintech es similar a cualquier otra tecnología disruptiva: ¿conducirá a la inestabilidad financiera? La mayoría de las startups fintech no están reguladas tanto como las instituciones financieras tradicionales. Hasta ahora, son los mercados financieros más abiertos los que han visto un rápido desarrollo de la fintech. Un ejemplo es el sistema de pagos electrónicos M-Pesa, que opera en Kenia, Tanzania y otros lugares, y es una de las historias de éxito más grandes de la fintech desde su aparición hace apenas una década. Al transformar efectivamente los teléfonos móviles en cuentas de pago, M-Pesa ha aumentado el acceso financiero para las personas que antes no tenían acceso a servicios bancarios. La postura permisiva del banco central de Kenia permitió que el sector se desarrollara rápidamente en una de las economías más desarrolladas de África Oriental.
En resumen, la fintech tiene el potencial de revolucionar la forma en que realizamos transacciones financieras y accedemos a servicios bancarios. Sin embargo, es importante que los reguladores y las instituciones financieras tradicionales estén atentos a los posibles riesgos de inestabilidad financiera que puedan surgir. La fintech puede ser una herramienta poderosa para impulsar el crecimiento económico, pero también requiere un enfoque cuidadoso y una supervisión adecuada para garantizar su éxito a largo plazo.
Fuente del artículo: We Forum