La revolución del Big Data en los negocios ha surgido debido al enorme aumento en la cantidad de información que podemos capturar y analizar, proveniente de un número cada vez mayor de fuentes. Es la fuerza impulsora detrás de una amplia ola de transformación impulsada por la tecnología, que está teniendo lugar gracias a los avances en campos como la automatización, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. Los autos autónomos, la medicina personalizada y la “cuarta revolución industrial” se basan en el Big Data. Pero el crecimiento en la cantidad de datos disponibles es solo el comienzo.
Los visionarios son conscientes de que la forma en que consumimos y actuamos sobre estos datos también debe evolucionar si queremos desbloquear su verdadero potencial. La socialización de datos es un término que se escucha con más frecuencia, y es un intento de abordar el proceso continuo (y a menudo crítico) de asegurarse de que los datos correctos estén frente a la persona correcta, un tomador de decisiones, en el momento adecuado. Si te equivocas en esto, a pesar de todas tus buenas intenciones, es probable que tu estrategia de transformación impulsada por datos se convierta en uno de los muchos proyectos de Big Data que fracasan. Tiene mucho sentido, en realidad.
Facebook, Twitter y LinkedIn han gastado miles de millones en perfeccionar sistemas para que las personas compartan datos entre sí, desde fotografías hasta filosofías de vida. Se han capturado miles de millones de puntos de datos de sus bases de usuarios en todo el mundo y se han analizado para aprender cómo, cuándo y por qué nos comunicamos y compartimos datos entre nosotros. ¿Por qué no utilizar esta tecnología y conocimiento para repensar cómo compartimos y comunicamos estos datos dentro de una organización?
Tradicionalmente, en los negocios, el trabajo basado en análisis de datos ha sido el dominio del experto en tecnología de la información, a menudo trabajando con datos “aislados” a los que nadie más tendría fácil acceso, y mucho menos la esperanza de entender. Sin duda, esto se debe a que la mayor parte del trabajo pionero ha surgido de los departamentos de informática y estadística de las universidades, o de las divisiones de I+D de grandes empresas tecnológicas.
Sin embargo, cada vez más, las empresas buscan “democratizar” este acceso a los datos. Se ha vuelto evidente que incorporar datos y análisis en toda una organización, y asegurar que sus efectos puedan medirse en cada proceso, a menudo es un enfoque más productivo que intentar imponer directivas de datos de arriba hacia abajo y de manera centralizada. Desde brindar a los empleados de ventas en el piso de la tienda acceso instantáneo a información personalizada (pero no necesariamente personal, ya que los análisis podrían realizarse utilizando conjuntos de datos anonimizados) sobre los clientes, hasta permitir que los ingenieros sepan cuándo es probable que falle una máquina esencial.
La socialización de datos en los negocios es un cambio de paradigma que permite a las organizaciones aprovechar al máximo el potencial del Big Data. Al democratizar el acceso a los datos y alentar a todos los miembros de la organización a utilizarlos y comprenderlos, se pueden tomar decisiones más informadas y estratégicas. Esto no solo mejora la eficiencia y la productividad, sino que también impulsa la innovación y el crecimiento empresarial.
En resumen, la socialización de datos es esencial para desbloquear el verdadero potencial del Big Data en los negocios. Al permitir que los datos sean accesibles y comprensibles para todos, se fomenta una cultura de toma de decisiones basada en datos y se impulsa el éxito empresarial en la era digital.