La inteligencia artificial (IA) ofrece el potencial de ayudar a la humanidad de muchas maneras. Los autos sin conductor y la infraestructura inteligente prometen reducir la congestión facilitando el movimiento de las personas a través de las ciudades. Los diagnósticos y tratamientos mejorados están aumentando la esperanza de vida. En el ámbito empresarial, la IA puede ayudar a mejorar las decisiones de contratación, hacer que el piso de la fábrica sea más seguro, automatizar tareas rutinarias, producir revisiones de rendimiento más objetivas y ayudar a las organizaciones a comprender a sus clientes. Sin embargo, el uso de la IA también plantea preocupaciones sobre la privacidad de los datos personales.
En la actualidad, existen herramientas de IA que requieren grandes cantidades de datos para desbloquear sus beneficios. Por ejemplo, Amazon ha obtenido patentes para una pulsera que rastrea los movimientos de las manos de los trabajadores mientras empacan pedidos. Estas pulseras utilizan radiofrecuencia para rastrear los movimientos de las manos con tanta precisión que vibran para guiar las manos en la dirección correcta cuando se detectan movimientos ineficientes. Humanyze vende distintivos sociométricos que rastrean el movimiento de los empleados en las oficinas para proporcionar información sobre la calidad de las interacciones con los colegas. L’Oréal’s UV Sense rastrea la exposición del usuario a los rayos ultravioleta y transfiere los datos al teléfono móvil del usuario. Cogito monitorea la empatía mostrada por los representantes de servicio al cliente durante las llamadas.
Desafortunadamente, la recopilación de grandes cantidades de datos necesarios para aprovechar los beneficios de estas herramientas también facilita la vigilancia de los consumidores y empleados. China ha implementado un sistema de crédito social que se espera esté completamente operativo para el año 2020. Este sistema recopila historial de pagos, información médica, registros legales y otros datos para crear un perfil individual. Además, se cree ampliamente que el sistema utiliza reconocimiento facial para rastrear los movimientos y las interacciones de cada individuo. Las cámaras son tan comunes en las principales ciudades que la gente bromea diciendo que el gobierno puede encontrar a cualquier persona en siete minutos.
Ante esta situación, es necesario que los Estados Unidos persigan una legislación federal de privacidad antes de que la inteligencia artificial y la vigilancia se crucen. Esta legislación debería garantizar la protección de los datos personales y establecer límites claros sobre cómo se pueden utilizar los datos recopilados por las herramientas de IA. Además, es importante que se promueva la transparencia y se informe a los usuarios sobre cómo se recopilan, almacenan y utilizan sus datos.
La revolución de la IA tiene el potencial de mejorar nuestras vidas de muchas maneras, pero también plantea desafíos en términos de privacidad y protección de datos. Es fundamental que se establezcan regulaciones adecuadas para garantizar que la IA se utilice de manera ética y responsable, protegiendo los derechos y la privacidad de las personas.
Fuente del artículo: CIO