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La Inteligencia Artificial y la Inventiva Humana

La Inteligencia Artificial (IA) ha demostrado ser capaz de realizar tareas impensables, como hacer una pizza, cantar oraciones aleatorias o incluso revertir la parálisis. Sin embargo, hay una habilidad que parece estar fuera de su alcance: la inventiva. Al menos eso es lo que sostiene la Oficina de Patentes de Estados Unidos.

Todo comenzó con un sistema de IA llamado DABUS, que absorbió una gran cantidad de información y conceptos sobre diseño y practicidad, entre otras cosas, y luego inventó dos cosas nunca antes vistas. Ante esto, el Proyecto de Inventor Artificial, un grupo internacional de expertos legales, presentó una solicitud de patente para que la IA sea reconocida como un inventor válido por las autoridades de patentes.

No solo las oficinas de patentes del Reino Unido y la Unión Europea rechazaron las solicitudes de patente de DABUS, sino que ahora también lo ha hecho la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos. “Las regulaciones y normas de la USPTO limitan la autoría a personas naturales”, afirmó la oficina de patentes en su rechazo oficial a la petición de patentar algo inventado por un cerebro artificial.

¿Qué fue exactamente lo que este invento revolucionario creó? DABUS, desarrollado por el experto en IA Dr. Stephen Thaler, ideó un recipiente de bebida fractal que puede cambiar de forma, lo que proporciona un mejor agarre a manos protésicas o robóticas, incluso a aquellas que “piensan” con IA. Las estructuras fractales están compuestas por formas geométricas de tal manera que cada pieza del patrón se asemeja al todo. Estas estructuras son comunes en la naturaleza, como en las hojas de helecho o los copos de nieve. También se pueden observar fractales en cosas como los libros de Magic Eye. Se cree que podrían ser infinitos (no pienses demasiado en eso o te dolerá la cabeza).

La segunda invención genial de DABUS fue lo que Thaler llama una “llama neural”. Esta luz parpadea imitando la actividad cerebral. Funciona con un algoritmo que puede adaptarse a diferentes situaciones y, en caso de emergencia, llamar más la atención de las personas.

La negativa de las oficinas de patentes a reconocer a la IA como un inventor plantea interrogantes sobre el futuro de la creatividad y la innovación. ¿Deberíamos considerar a la IA como una entidad capaz de inventar? ¿O la inventiva seguirá siendo una cualidad exclusiva de los seres humanos?

La discusión sobre la relación entre la IA y la inventiva humana está lejos de llegar a una conclusión definitiva. Mientras tanto, seguiremos maravillándonos con los avances de la IA y reflexionando sobre los límites de su capacidad creativa.

Fuente del artículo: SYFY

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