En la gestión de la cadena de suministro, los gerentes de operaciones a menudo se encuentran en la posición de evaluar una opción frente a otra, teniendo en cuenta el riesgo y el capital de trabajo. El costo de oportunidad, aunque no se enseña comúnmente en las escuelas de negocios, es un concepto utilizado a diario en diversas funciones empresariales, incluida la gestión de operaciones.
El costo de oportunidad se refiere a la idea de intercambiar una cosa por otra, con la esperanza de obtener más beneficios de la acción elegida. Por ejemplo, al introducir un producto en el mercado, los gerentes deben decidir si lanzarlo en masa o probarlo en ubicaciones específicas para evaluar la reacción de los consumidores. Si el producto tiene éxito pero no hay suficiente inventario disponible, el producto podría fracasar. “Los clientes no siempre están dispuestos a esperar si tienen otras fuentes para obtener productos similares”, explica Funda Sahin, profesora asociada de gestión de la cadena de suministro en la Universidad de Houston.
Sahin recomienda tomar decisiones de costo de oportunidad con una perspectiva a largo plazo. La empresa puede optar por renunciar a los beneficios a corto plazo de comercializar productos existentes, invirtiendo en la producción, comercialización y distribución del nuevo producto, con la esperanza de que la inversión se amortice a largo plazo.
1. El capital de trabajo impulsa las decisiones
A menudo, el costo de oportunidad se reduce al dinero: cómo se asigna, cuánto se debe pedir prestado y cuándo se devolverán los fondos. Las empresas deben ser cuidadosas en sus decisiones de financiamiento. Algunas empresas, como Dell, han logrado mantener un ciclo de conversión de efectivo negativo, donde los clientes pagan por los productos antes de que Dell tenga que pagar a los proveedores. Sin embargo, esto no es el caso para todas las empresas. Aquellas que tardan de 60 a 90 días en vender productos o recibir fondos de los clientes pueden retrasar la producción o hacerla más costosa si no cuentan con suficiente capital de trabajo.
Es importante involucrar a todas las partes relevantes en cada decisión empresarial. Weiwei Chen, profesor asociado de gestión de la cadena de suministro en la Escuela de Negocios de Rutgers, señala que “si el dinero se encuentra en cuentas por cobrar, no se puede generar otro lote de producción y se interrumpe la cadena de financiamiento”. Como parte de su investigación, Chen está desarrollando modelos para determinar la mejor manera en que las empresas pueden gestionar su capital, inventario, cuentas por cobrar y cuentas por pagar.
Además, Chen está investigando la teoría de la agencia en finanzas, donde el bono de un gerente puede estar vinculado a las ganancias netas de la empresa. La preocupación de los inversores por el retorno de la inversión (ROI) puede chocar con los objetivos financieros del gerente. “Nuestro modelo puede explicar qué posición favorecerá al gerente de la cadena de suministro en comparación con los interesados. Intentamos explicar la asignación óptima de capital que desean hacer por sí mismos, así como el crédito que se obtiene de los recursos de financiamiento”, explica Chen.
En resumen, es fundamental monitorear el capital de trabajo para que la empresa funcione de manera eficiente.
2. Gestión del riesgo y costo de oportunidad van de la mano
Medir el riesgo no se trata solo de obtener ganancias, sino de evaluar los beneficios potenciales de utilizar los recursos de una manera determinada en caso de escenarios adversos y interrupciones en la cadena de suministro. Como parte de esto, las empresas pueden considerar la redundancia en la cadena de suministro, gastando más para obtener suministros adicionales o duplicando las capacidades de producción, con el fin de reducir las interrupciones potenciales causadas si una parte de la cadena de suministro se rompe.
En conclusión, comprender y tomar decisiones basadas en el costo de oportunidad y gestionar eficientemente el capital de trabajo son aspectos clave para el éxito de la cadena de suministro de una empresa. Al considerar el riesgo y la gestión del capital, los gerentes de operaciones pueden tomar decisiones informadas que impulsen el crecimiento y la rentabilidad a largo plazo.