En el mundo actual, cada vez más empresas están migrando sus operaciones a la nube. La nube ofrece una serie de ventajas, como la escalabilidad, la flexibilidad y la reducción de costos. Sin embargo, también presenta nuevos desafíos, especialmente en lo que respecta a la recuperación ante desastres.
Un reciente artículo publicado en CIO destaca la importancia de revisar y adaptar los planes de recuperación ante desastres (DR) para el entorno de la nube. El artículo señala que los métodos tradicionales de DR, diseñados para la computación interna, no son adecuados para el mundo de la nube.
El artículo menciona un incidente ocurrido el 4 de septiembre de 2018, en el cual un problema de enfriamiento en un centro de datos de Microsoft Azure provocó una interrupción en los servicios de la nube que afectó a empresas en el sur de Estados Unidos. Este incidente puso de manifiesto la importancia de contar con un plan de DR adaptado a la nube.
El artículo también destaca que otros proveedores de servicios en la nube, como Google Cloud y Amazon AWS, también han experimentado interrupciones que han afectado a sus clientes corporativos. Esto demuestra que ninguna plataforma en la nube está exenta de posibles problemas.
Una de las principales preocupaciones que surgen al revisar los contratos con los proveedores de servicios en la nube es que muchos de ellos no se hacen responsables de los acuerdos de nivel de servicio (SLA) en caso de desastre. Esto significa que, en caso de una interrupción, la responsabilidad recae en la empresa y no en el proveedor de la nube.
Esta situación se complica aún más para las empresas que utilizan proveedores de software como servicio (SaaS) que, a su vez, dependen de proveedores de nube de terceros para alojar sus servicios. ¿Qué sucede cuando el proveedor de nube de terceros utilizado por la empresa de SaaS experimenta una interrupción en su centro de datos? En ese caso, la empresa de SaaS simplemente pondría al cliente en contacto con su proveedor de nube. Sin embargo, esto puede ser problemático, ya que implica tratar con un tercero con el que no se tiene un contrato y del que no se tiene conocimiento previo.
En el entorno de la nube, es necesario adoptar un enfoque diferente para la recuperación ante desastres. Los métodos tradicionales de DR, como la replicación de sistemas y datos, las pruebas de cooperación con los proveedores e incluso la migración a proveedores alternativos, deben ser considerados.
En resumen, es fundamental revisar y adaptar los planes de recuperación ante desastres para el entorno de la nube. La nube ofrece muchas ventajas, pero también presenta nuevos desafíos. Al adoptar un enfoque proactivo y revisar los planes de DR, las empresas pueden asegurarse de estar preparadas para cualquier eventualidad y minimizar el impacto de las interrupciones en sus operaciones.