En la actualidad, la tecnología avanza a un ritmo tan rápido que la mayoría de las empresas no pueden mantenerse al día. Esta falta de actualización introduce riesgos en las operaciones comerciales de las organizaciones. Para gestionar estos riesgos, muchos líderes de seguridad deben implementar controles en un entorno de red cada vez más turbulento y en constante crecimiento.

Los métodos tradicionales de seguridad, como la defensa en profundidad y las tecnologías de seguridad en capas, ya no son suficientes para hacer frente a las nuevas infraestructuras de red. Estas infraestructuras se caracterizan por la movilidad de los trabajadores, los equipos dispersos geográficamente y las numerosas conexiones con terceros, como proveedores y socios de confianza. Estas redes existen en la nube, en centros de datos compartidos y en dispositivos móviles, lo que obliga a los responsables de seguridad a revisar sus planes estratégicos.

Un plan estratégico de ciberseguridad es una hoja de ruta que establece los pasos que una organización puede seguir para mejorar su enfoque general de gestión de riesgos. Este plan debe describir cómo el programa de seguridad protegerá y compartirá información, contrarrestará las nuevas amenazas en constante evolución y respaldará la integración de la ciberseguridad como una práctica recomendada en las operaciones comerciales diarias.

El plan estratégico debe tener en cuenta el estado actual de las prácticas de seguridad y establecer objetivos a corto, mediano y largo plazo. Estos objetivos deben ser revisados al menos una vez al año por un Comité Ejecutivo de Revisión de Ciberseguridad.

Para comenzar, el responsable de seguridad debe comprender el estado actual de la seguridad de la empresa. Esto requiere una revisión continua de activos como hardware, software, configuraciones de red, políticas, controles de seguridad, resultados de auditorías anteriores, etc. El objetivo es recopilar información sobre la tecnología y las aplicaciones actuales, los planes comerciales actuales y comprender los tipos de datos críticos requeridos por los interesados comerciales.

En resumen, los planes estratégicos de ciberseguridad son fundamentales para proteger a las organizaciones de las amenazas en constante evolución. Estos planes permiten a las empresas mejorar su enfoque de gestión de riesgos y garantizar la protección de la información en un entorno de red cada vez más complejo.