Las aplicaciones de Planificación de Recursos Empresariales (ERP, por sus siglas en inglés) han existido durante décadas. Comenzaron en operaciones financieras y recursos humanos, gestionando salarios, beneficios, costos de productos y libros contables. Dependiendo de dónde tracemos la línea hoy en día, ejecutan y controlan la mayoría de las funciones críticas en cualquier negocio, desde la recepción de pedidos y la gestión de inventario hasta el pago y la generación de informes financieros. Incluso con nuevas versiones en la nube que aparecen todos los días, los ERP suelen ser altamente personalizados, costosos y complejos. No es un mercado lucrativo de 50 mil millones de dólares por ninguna razón.
Sin embargo, los días de dependencia de los ERP han terminado. Las innovaciones actuales se centran en los datos. Es por eso que “DRP” debería ser lo próximo. ¿Qué es “DRP”? Sigue leyendo.
El problema con los ERP
En la mayoría de las organizaciones manufactureras, que por diseño y larga historia son muy conservadoras, el personal ha llegado a equiparar la tecnología de la información con todos los procesos gestionados por sus ERP, o mejor dicho, ERPs. Si bien entienden que otras aplicaciones como su MES o herramienta de panel de control de pedidos son importantes, admitirían fácilmente que todo se mantiene y se derrumba con su ERP. Después de todo, los defensores de los ERP prometen muchas ventajas con un mínimo inconveniente, ya que es el único sistema que necesitarás. ¡Claro, claro! Aquí es donde radica el problema.
El enfoque en la estandarización, optimización y encapsulación de los procesos empresariales en una única máquina central ha llevado a los empleados a creer que, literalmente, cualquier innovación vendrá del mundo de los ERP. En consecuencia, los datos se han convertido en el hijo no deseado, a pesar de ser el combustible que impulsa todas las aplicaciones, incluido el ERP. Esta subvaloración del combustible en lugar de la máquina se refleja en la lista de prioridades de inversión de la mayoría de las empresas en forma de importantes actualizaciones de ERP o iniciativas de procesos de cotización a efectivo. Seamos realistas, un proyecto de ERP arriesgado de 20 millones de dólares siempre dominará la atención ejecutiva sobre una licencia de middleware de 300,000 dólares. Cientos, si no miles, de empleados, clientes, proveedores y socios utilizan interfaces de usuario de ERP y sus extensiones de aplicaciones a diario. ¿Cuántas personas se dan cuenta de la tubería de datos que hay debajo? ¿Cuántos de ustedes han reflexionado sobre la existencia y la importancia de su sistema de alcantarillado residencial últimamente? Solo lo notas cuando empieza a oler alrededor de tu casa o cuando el equipo de mantenimiento municipal aparece en la calle.
En resumen, si bien los ERP han sido fundamentales en la gestión empresarial durante décadas, es hora de reconocer la importancia de los datos en la innovación empresarial. Los datos son el combustible que impulsa todas las aplicaciones y procesos, incluido el ERP. Por lo tanto, es esencial que las empresas comiencen a valorar y priorizar la gestión y el análisis de datos en sus estrategias de innovación. No se trata solo de la máquina, sino de lo que la alimenta.
Fuente del artículo: Forbes