En la era digital en la que vivimos, es fundamental que las instituciones educativas inviertan en infraestructura tecnológica para satisfacer las expectativas de los estudiantes y brindarles una experiencia de aprendizaje completamente conectada. Sin embargo, según un informe de Veeam Software, muchas instituciones educativas en el Reino Unido no están invirtiendo lo suficiente en la nube y en infraestructura de TI para abordar las preocupaciones de disponibilidad.
Actualmente, el gasto en educación digital está aumentando cada año. El sector educativo del Reino Unido tiene uno de los niveles más altos de implementación de tecnología, con 1.4 estudiantes por computadora según la Asociación Británica de Proveedores Educativos (BESA). En 2015, se gastaron £900 millones en tecnología en las escuelas del Reino Unido, de los cuales £95 millones se destinaron a software y contenido digital en el mismo período. Sin embargo, esta transformación en los recursos de aprendizaje digital no está en paralelo con las inversiones relativamente pequeñas que se están realizando en sistemas técnicos de TI.
La llegada de recursos de aprendizaje conectados ejercerá una gran presión sobre una infraestructura insuficiente, creando una brecha de disponibilidad entre lo que los estudiantes esperan y la realidad de lo que las escuelas y universidades pueden ofrecer. Según la investigación del Informe de Disponibilidad 2016 de Veeam, solo el 36 por ciento de las instituciones privadas y de educación superior están invirtiendo actualmente en infraestructura de nube privada, mientras que solo el 23 por ciento está utilizando nubes públicas para servicios de recuperación ante desastres (DRaaS). Además, a pesar del gran aumento en el equipo de aprendizaje digitalmente conectado, solo el 30 por ciento está buscando agregar nuevos sitios de TI o centros de datos para respaldar el crecimiento de los materiales en línea.
Es evidente que este año académico será el más centrado en la tecnología y en la conectividad digital. Los estudiantes de hoy en día ven la tecnología como algo natural. Por lo tanto, es el momento óptimo para que el sector educativo en su conjunto piense en la infraestructura que respalda las tendencias más amplias de la transformación digital. De lo contrario, nos dirigimos hacia una situación en la que las redes utilizadas por las instituciones educativas no podrán manejar el tráfico y la cantidad de datos que se les solicita gestionar. Además, es preocupante la rapidez con la que los estudiantes podrán acceder a información, aplicaciones y datos cuando la red falle, ya que esto afecta fundamentalmente la experiencia de aprendizaje. La disponibilidad de datos y servicios las 24 horas, los 7 días de la semana debe ser el objetivo de las escuelas y universidades del Reino Unido.
Por otro lado, la tecnología y la implementación de un programa de aprendizaje conectado se están convirtiendo en un diferenciador clave para las universidades y las instituciones de educación superior, especialmente debido al aumento de las tasas de matrícula que se han trasladado a los estudiantes nacionales e internacionales en los últimos años. Los materiales educativos esenciales, como recursos de aprendizaje, archivos de biblioteca y documentos de tareas, se digitalizan y se almacenan de forma centralizada en repositorios propiedad de las universidades o escuelas.
Es importante que las escuelas y universidades tengan un mecanismo rápido y confiable para proteger y recuperar los datos de los estudiantes, al tiempo que brindan acceso en tiempo real a servicios centralizados, como programas de clase, materiales de investigación y servicios en el aula. No tiene sentido gastar grandes cantidades de dinero en hardware, software y programas de aprendizaje digital si no hay garantía de que se puedan acceder o recuperar rápidamente. Al garantizar que estén constantemente disponibles o se puedan restaurar fácilmente, las operaciones pueden continuar y el proceso de aprendizaje puede ser fluido.
En resumen, la infraestructura tecnológica es fundamental para brindar una experiencia de aprendizaje conectada y satisfacer las expectativas de los estudiantes. Las instituciones educativas deben invertir en la nube y en sistemas de TI adecuados para garantizar la disponibilidad de datos y servicios en todo momento. Solo de esta manera podrán aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la transformación digital en el ámbito educativo.