La transformación digital es un proceso fundamental para que las organizaciones puedan adaptarse y prosperar en la era digital. Una estrategia clave en este proceso es la implementación de una infraestructura de nube privada adecuada. En un artículo reciente de Forbes, se destaca la importancia de esta infraestructura y se compara las ofertas de nube privada de diferentes proveedores como Alibaba, Amazon, Baidu, Google, Huawei, IBM, Microsoft, Oracle y Tencent.
Google y IBM ofrecen nubes privadas basadas en contenedores, que son una tecnología avanzada y ofrecen un excelente soporte multi-nube. Sin embargo, requieren que los clientes rediseñen y reescriban sus aplicaciones heredadas. Por otro lado, Huawei y Tencent utilizan OpenStack, una plataforma que permite escalar aplicaciones en máquinas virtuales (VMs) tanto en la nube privada como en la nube pública. OpenStack está siendo actualizado para funcionar de manera óptima con contenedores, lo que preservará las inversiones en aplicaciones que se ejecutan en esta plataforma.
Alibaba, Baidu y Microsoft han optado por utilizar parte de su nube pública como una solución de nube privada. Estas soluciones son elegantes, pero propietarias, lo que significa que dependen de un único proveedor. Por otro lado, AWS y Oracle basan sus soluciones en máquinas virtuales VMware. Sin embargo, para mantenerse competitivos, ambos proveedores deberán actualizar su arquitectura de nube privada para ofrecer una solución de autoservicio y basada en contenedores.
Entonces, ¿qué es exactamente una nube privada? Según el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de los Estados Unidos (NIST), una nube privada debe cumplir con ciertas características esenciales. En primer lugar, debe proporcionar una solución segura y exclusiva para la organización que la utiliza. Además, debe permitir a los clientes de TI acceder a los servicios de manera autónoma, lo que implica una provisión de servicios ágil y eficiente. Por último, una nube privada debe ser capaz de escalar los recursos de las aplicaciones utilizando tanto recursos de la nube privada como de la nube pública. Esto implica que una misma aplicación debe poder ejecutarse tanto en la infraestructura de nube privada como en la de nube pública. Idealmente, también debería ser posible escalar la aplicación de la nube privada a múltiples nubes públicas (multi-nube).
En resumen, la infraestructura de nube privada es un componente clave en la transformación digital de las organizaciones. Permite una mayor flexibilidad, seguridad y escalabilidad en el despliegue de aplicaciones. Sin embargo, es importante elegir la solución adecuada que se ajuste a las necesidades específicas de cada organización. Los proveedores de nube privada mencionados ofrecen diferentes enfoques y tecnologías, por lo que es fundamental evaluar cuidadosamente las opciones antes de tomar una decisión.
Fuente del artículo: Forbes