Las organizaciones invierten una cantidad significativa de tiempo, dinero y esfuerzo en ciberseguridad, con la esperanza de bloquear ataques y evitar convertirse en el próximo gran titular de una violación de datos. Seguir principios establecidos y las mejores prácticas de ciberseguridad teóricamente te ayudará a detectar y evitar ataques, pero el desafío para las empresas es cómo verificar de manera efectiva si la seguridad implementada es suficiente para detener un ataque del mundo real. La mejor manera para una organización de probar su postura de seguridad es llevar a cabo ejercicios de equipo púrpura, evaluaciones que intentan infiltrarse y comprometer la red para determinar qué tan efectivas son las herramientas y los procesos de seguridad actuales, y para identificar cualquier debilidad que deba ser abordada. Esto se hace a menudo utilizando herramientas que simulan herramientas y técnicas comunes de violación de datos, pero recientemente Spirent presentó una nueva herramienta que lleva el juego de la simulación a la emulación de violación de datos.
¿Por qué la emulación es mejor que la simulación?
Tal vez te estés preguntando: “¿Cuál es la diferencia entre la emulación y la simulación?” Esa es una pregunta válida, y la distinción entre las dos es un beneficio principal de la solución de Evaluación de Violación de Datos CyberFlood de Spirent. Según Dictionary.com, la simulación se define como “imitación o representación, como de algo anticipado o en pruebas”. La emulación, por otro lado, es una reproducción del escenario exacto, de tal manera que es una recreación o réplica e indistinguible del original. Las herramientas que dependen de la simulación de violación de datos utilizan tráfico y actividad de red reproducidos y artefactos artificiales. En teoría, eso debería ser suficiente para ver cómo responde la infraestructura de seguridad existente y si está funcionando como se espera. Sin embargo, muchos productos de seguridad son lo suficientemente inteligentes como para reconocer el tráfico y la actividad falsos y automáticamente descartar o ignorar los ataques simulados, ya sea tratándolos como tráfico falso y no malicioso y permitiendo que el tráfico pase o bloqueando la actividad como flujos de red inválidos. De cualquier manera, esto no proporciona una vista auténtica o precisa de cómo responderá la infraestructura de seguridad a un ataque real.
La emulación, por otro lado, recrea el escenario exacto de un ataque real, lo que permite evaluar de manera precisa cómo responderá la infraestructura de seguridad. Esto es especialmente importante porque los ciberdelincuentes están cada vez más sofisticados y utilizan técnicas avanzadas para evadir la detección. La emulación proporciona una visión realista de cómo se comportará la infraestructura de seguridad en un escenario de ataque real, lo que permite a las organizaciones identificar y abordar cualquier debilidad antes de que sea explotada por los atacantes.
En resumen, la emulación es una herramienta invaluable en la evaluación de ciberseguridad. Permite a las organizaciones probar su postura de seguridad de manera precisa y realista, identificar debilidades y tomar medidas para fortalecer su infraestructura de seguridad. Al invertir en soluciones de emulación de violación de datos, las organizaciones pueden estar mejor preparadas para enfrentar las amenazas cibernéticas y proteger sus activos y datos confidenciales.
Fuente del artículo: Forbes