La importancia de la ciberseguridad en los dispositivos del Internet de las Cosas

La ciberseguridad es un negocio enorme y complejo cuando se trata de proteger las computadoras y los teléfonos móviles. El alcance cada vez mayor y la increíble variedad de amenazas hacen que mantener estos dispositivos a salvo de los ciberdelincuentes y el malware sea un desafío a tiempo completo para empresas, gobiernos e individuos de todo el mundo. Sin embargo, al menos la gran mayoría de esos dispositivos son fácilmente accesibles, seguros en los bolsillos o en los escritorios de las personas que desean protegerlos.

Los dispositivos del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), por otro lado, podrían estar en casi cualquier lugar: en un desierto remoto, enterrados en una mina de carbón, incorporados en un camión gigante. Incluso podrían estar implantados dentro del cuerpo humano.

La semana pasada, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió una carta solicitando el retiro voluntario de alrededor de 465,000 marcapasos de St. Jude Medical, ¡actualmente implantados en el pecho de pacientes cardíacos!, para corregir fallas de seguridad. La FDA advirtió que las vulnerabilidades en los marcapasos cardiacos implantables habilitados para RF “si se explotan, podrían permitir que un usuario no autorizado… acceda al dispositivo de un paciente utilizando equipos disponibles comercialmente. Este acceso podría usarse para modificar los comandos de programación del marcapasos implantado, lo que podría resultar en daño al paciente debido a la rápida disminución de la batería o la administración de estimulación inapropiada”.

En otras palabras, los hackers podrían agotar la batería del dispositivo para que deje de funcionar prematuramente, o incluso podrían afectar el ritmo cardíaco o la frecuencia de los pacientes. ¡Vaya! Afortunadamente, según Abbott, la empresa que ahora es propietaria de St. Jude Medical, aún no se han reportado marcapasos comprometidos. Y en la gran mayoría de los casos, el firmware vulnerable se puede actualizar con una simple visita de tres minutos a un proveedor de atención médica. ¡Menos mal!

La historia completa se puede encontrar aquí.

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