Recientemente, se ha informado que tres altos funcionarios de ciberseguridad del FBI están renunciando a sus cargos. Esta noticia llega en un momento especialmente delicado para las preocupaciones de ciberseguridad en Estados Unidos, ya que el fiscal especial Robert Mueller investiga la interferencia rusa en las elecciones de 2016 y los principales funcionarios de inteligencia advierten sobre los continuos intentos del Kremlin de atacar el sistema electoral estadounidense.
Según el informe del Wall Street Journal, David Resch, jefe de ciberseguridad en la división del FBI encargada de investigar delitos financieros y del crimen organizado; Scott Smith, director adjunto del FBI y jefe de la división de ciberseguridad; y el subdirector de Smith, Howard Marshall, ya han dejado sus cargos o lo harán en el próximo mes. Además, Carl Ghattas y Jeffrey Tricoli, agentes senior responsables de investigaciones de seguridad nacional, incluida la seguridad electoral, abandonaron el FBI a principios de este año.
Estas salidas contrastan con la conferencia de prensa del Departamento de Justicia de ayer, en la que el Fiscal General Adjunto Rod Rosenstein, un objetivo frecuente de los republicanos del Congreso críticos de la investigación del fiscal especial, habló sobre las amplias iniciativas cibernéticas lideradas por el FBI. Rosenstein supervisa la investigación de Mueller. Según el informe de Rosenstein, el FBI está tratando de aumentar su colaboración con empresas privadas, trabajar con empresas de redes sociales para frenar las campañas de influencia extranjera y abordar los problemas de seguridad en la infraestructura electoral, entre otras iniciativas urgentes.
Es preocupante que estos altos funcionarios de ciberseguridad estén dejando sus cargos en un momento tan crítico. La ciberseguridad es esencial para proteger la integridad de las elecciones y garantizar la seguridad nacional. El FBI debe asegurarse de que haya una transición suave y que los nuevos funcionarios estén debidamente capacitados y preparados para enfrentar los desafíos actuales y futuros en el ámbito de la ciberseguridad.
Esperamos que el FBI tome medidas rápidas para llenar estas vacantes y fortalecer su enfoque en la ciberseguridad. La colaboración con empresas privadas y plataformas de redes sociales es crucial para combatir la influencia extranjera y proteger nuestras elecciones. Además, es fundamental abordar los problemas de seguridad en la infraestructura electoral para garantizar la confianza del público en el proceso democrático.
Esperamos que el FBI responda a estas preocupaciones y tome medidas concretas para fortalecer la ciberseguridad en Estados Unidos. La protección de nuestras elecciones y la seguridad nacional deben ser una prioridad absoluta.
Fuente del artículo: CNBC