En nuestra sociedad moderna, se le está dando cada vez más importancia a la velocidad. La conectividad a Internet es más rápida; los autos son más veloces; incluso los viajes alrededor del mundo llevan menos tiempo. Y esta tendencia ciertamente está influyendo en la forma en que consumimos productos y servicios. Las compras en línea y el aumento de la entrega al día siguiente significan que tenemos acceso a casi cualquier cosa que deseemos con solo tocar un botón y podemos tenerlo en nuestras manos en cuestión de horas. Incluso nuestros hábitos de compra en las tiendas han cambiado, con los pagos con tarjeta superando las compras en efectivo por primera vez recientemente. Todo esto significa que nuestras tarjetas de débito y crédito se utilizan con mayor frecuencia. Aunque esto ofrece una mayor flexibilidad y comodidad adicional, también plantea una serie de riesgos y desafíos de seguridad. Un informe reciente de UK Finance reveló que los delincuentes robaron £1.2 mil millones a través de fraudes y estafas en 2018, mientras que se ahorraron £1.6 mil millones gracias a las medidas de protección de la industria. Estas incluyen los chips EMV que se instalan en las tarjetas para mejorar la seguridad y evitar que el usuario sea víctima de los ladrones, pero son un desarrollo relativamente reciente.
Una breve historia de la seguridad de las tarjetas de crédito
Hasta finales del siglo XX, la mayoría de las transacciones con tarjeta se realizaban utilizando la banda magnética en la parte posterior. Sin embargo, este método era vulnerable al fraude, ya que los delincuentes simplemente podían falsificar la firma del titular de la tarjeta y realizar compras. Con frecuencia, un vendedor no verificaba la autenticidad de la firma y, de todos modos, los ladrones pronto desarrollaron tecnología que les permitía clonar estas bandas magnéticas en una tarjeta en blanco.
¿Qué es EMV?
Fundado en la década de 1990, EMV significa Europay, Mastercard y Visa, las principales compañías de tarjetas de crédito que dominaban el sector y se unieron para crear un estándar de la industria. Un chip EMV es un pequeño chip de computadora colocado en una tarjeta que crea un código único para cada transacción, reduciendo así el riesgo de fraude u otra actividad delictiva.
Las desventajas de las tarjetas EMV
Al principio, los detractores señalaron los tiempos de transacción más largos para las tarjetas con chip EMV, lo que causaba retrasos e incertidumbre tanto para los comerciantes como para los clientes. También se requería trabajo de desarrollo para mejorar la tecnología de procesamiento. Aunque las tarjetas EMV en sí eran más seguras, si los terminales no estaban encriptados al mismo nivel, aún existía una ventana de oportunidad para que los estafadores accedieran a datos de pago sensibles.
La creciente popularidad de las tarjetas EMV
Un informe reciente de EMVCo encontró que más del 90% de las transacciones presenciales en 2019 en Europa, Canadá, América Latina, el Caribe, África y Medio Oriente se realizaron utilizando chips EMV. Asia (76.81%) y Estados Unidos (62.97%) quedaron algo por debajo de esas cifras, pero incluso en esas regiones, los números aumentaron al menos un 8% en comparación con 2018. Los chips EMV han revolucionado la industria y el nivel mejorado de seguridad que brindan para las transacciones presenciales significa que es probable que se vuelvan cada vez más comunes en los próximos años.