La Evolución de la Industria Relojera en Ginebra

La industria relojera suiza ha experimentado una fascinante evolución a lo largo de su historia. En un nuevo libro titulado “El descubrimiento del lujo, historia de la industria relojera en Ginebra desde 1815 hasta hoy”, el historiador Pierre-Yves Donzé revela cómo las marcas de renombre como Breitling, Rolex y Tag Heuer han revalorizado sus tradiciones para construir sus marcas.

La industria del lujo a menudo se presenta como una serie de historias en las que los relojeros describen tradiciones centenarias. Sin embargo, Donzé nos muestra una realidad diferente, una realidad marcada por la industrialización y la posterior vuelta a las fuentes décadas más tarde. Durante mucho tiempo, la falta de historiografía impidió debatir la inmortalidad de la industria del lujo. Pero gracias a la investigación de Donzé, podemos comprender mejor cómo la tradición fue eliminada durante el auge industrial y comercial de la relojería en Ginebra, para luego ser rehabilitada recientemente en las narrativas de los grupos de lujo.

Donzé, profesor de historia económica en la Universidad de Osaka en Japón y autor de numerosas obras sobre relojería suiza, amplió su campo de investigación durante cinco años para estudiar la industria del lujo. Durante este tiempo, recopiló discursos que destacan la continuidad del patrimonio, la tradición y el conocimiento que subyace en el lujo contemporáneo.

Para comprender los últimos desarrollos de la industria relojera en Ginebra, Donzé nos invita a tener en cuenta tres dimensiones: la estructura industrial de las empresas ginebrinas, las instituciones de “reacción” y cómo se transforman en instituciones tradicionales, y finalmente el comercio y el marketing.

La estructura de las empresas es el primer aspecto a considerar. A menudo se piensa en los relojeros de Ginebra como artesanos expertos que fabrican relojes de calidad con sus propias manos en talleres artesanales, perpetuando la tradición hasta nuestros días. Sin embargo, la realidad es que desde 1870 se produjo un claro cambio de la artesanía a la industria, con la aparición de grandes fábricas. Las empresas comenzaron a utilizar máquinas y los trabajadores producían relojes en serie. Algunas marcas adoptaron este modelo industrial en la década de 1930, como Vacheron Constantin después de ser adquirida por Jaeger-LeCoultre. Al mismo tiempo, la fábrica de Patek Philippe fue comprada por la familia Stern y se transformó en una empresa industrial. Todas las fábricas experimentaron esta transición que las llevó a convertirse en grandes empresas. Durante esta época, muchas marcas desaparecieron, algunas sin dejar rastro, pero forman parte de la memoria industrial de Ginebra hasta la Segunda Guerra Mundial.

El libro de Donzé nos ofrece una visión fascinante de la evolución de la industria relojera en Ginebra. Nos muestra cómo las marcas de lujo han sabido adaptarse a los cambios y revalorizar sus tradiciones para construir sus marcas en el mercado global. Sin duda, la historia de la relojería suiza es un testimonio de la capacidad de una industria para reinventarse y mantenerse relevante a lo largo del tiempo.

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