La Economía del Donut: Un Nuevo Enfoque para un Futuro Sostenible

La economía es una disciplina que afecta tanto a los negocios como al gobierno. Sin embargo, muchos de sus supuestos básicos son defectuosos. Crisis como el colapso financiero de 2008 lo han demostrado: los economistas simplemente no lo vieron venir. Además, existen problemas crónicos como el cambio climático y la desigualdad global. Si queremos enfrentar los desafíos del siglo XXI de frente, la economía necesita cambiar. Se requiere un pensamiento fresco.

Entonces, ¿por dónde empezamos? Una idea que podría ayudarnos a salir de nuestro actual predicamento es el concepto del Donut, propuesto por la autora Kate Raworth. Imagina una rosquilla clásica con un agujero en el medio. Está compuesta por dos círculos: uno en el borde interior y otro en el exterior. El primero puede considerarse como el “fundamento social”, mientras que el segundo representa un “techo ecológico”. Entre estos dos anillos, en la masa de la rosquilla, se encuentra lo que la autora denomina “un hogar seguro y justo para la humanidad”. Un lugar definido por un equilibrio dinámico. Dentro de él, todas nuestras necesidades sociales pueden ser satisfechas sin sobrecargar el planeta.

Desglosemos el primer concepto: el “fundamento social” del Donut incluye todo lo que los seres humanos necesitan para vivir. Esto abarca lo básico, como acceso a agua limpia y alimentos, pero va más allá. No solo queremos que los humanos simplemente sobrevivan, queremos que prosperen. Una vida humana plena implica más que solo tener suficiente para comer. También requiere bienes sociales más abstractos, como redes de apoyo, un sentido de comunidad, representación política e igualdad de género.

¿Y qué hay del “techo ecológico”? Básicamente, este es el límite ecológico que debemos respetar si también queremos que la Tierra prospere. En 2009, un grupo de científicos de sistemas terrestres, liderado por Johan Rockström y Will Steffen, identificó nueve procesos vitales para la capacidad de nuestro planeta para sostener la vida humana. Estos procesos están amenazados por la depleción de la capa de ozono, la acidificación de los océanos, la carga de nitrógeno y fósforo, la contaminación química, la depleción de agua dulce, la conversión de tierras, la contaminación del aire, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. El anillo exterior del Donut funciona como una “barandilla” para proteger estos procesos clave. Si la cruzamos, corremos el riesgo de una catástrofe ambiental. Sin embargo, el problema es que ¡ya hemos cruzado la barandilla al menos cuatro veces! El cambio climático, la carga de nitrógeno y fósforo, la conversión de tierras y la pérdida de biodiversidad ya están en marcha. El reloj ya está en marcha y el tiempo escasea. Si queremos llevar a la humanidad al Donut, debemos actuar ahora.

Pero antes de hacer algo, necesitamos cambiar la forma en que pensamos sobre el mundo. Y eso comienza desafiando nuestra obsesión por el crecimiento infinito. La economía está obsesionada con el crecimiento, pero es una métrica estrecha que no cuenta toda la historia. Vale la pena recordar que la economía no siempre se trataba de un crecimiento sin fin. Tomemos a los antiguos griegos. Para ellos, la economía significaba el arte de administrar un hogar. Dominar la disciplina significaba entender cómo aprovechar al máximo los recursos limitados. Ganar dinero y adquirir riqueza era un tipo completamente diferente de…

Este artículo es una adaptación del resumen de “Doughnut Economics” disponible en Blinkist.

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