Recientemente, Google tomó la decisión de no renovar un contrato con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos para desarrollar inteligencia artificial. Esta decisión fue celebrada por los empleados que habían protestado en contra, pero también representa una derrota para la seguridad nacional de los Estados Unidos, el patriotismo y la causa de limitar las bajas civiles en la guerra.
El programa, conocido como Project Maven, utiliza software de aprendizaje automático para interpretar imágenes de video y podría mejorar la precisión de los ataques con drones, entre otras cosas. Sin embargo, el mes pasado, alrededor de una docena de empleados de Google renunciaron a sus puestos de trabajo y miles de personas más firmaron una carta abierta exigiendo que la compañía abandonara el programa porque “va en contra de nuestros valores fundamentales”.
Es importante destacar que el software del programa tiene como objetivo principal ayudar al ejército a evitar golpear accidentalmente a no combatientes e infraestructuras civiles. Además, se está expandiendo a otras áreas, como acelerar la lectura de discos de computadora tomados de terroristas. Google entendía todo esto hasta hace poco, ya que en abril afirmaron en un comunicado que la tecnología “tiene como objetivo salvar vidas y evitar que las personas realicen trabajos tediosos”. Sin embargo, parece que unas malas relaciones públicas y la renuncia de algunas personas fueron suficientes para provocar la reversión de la decisión.
Uno de los roles de la alta dirección es hacer lo correcto, incluso si eso provoca críticas. Esto es especialmente crítico cuando nuestra seguridad colectiva está en juego. Se puede entender por qué algunos podrían estar preocupados por un posible deslizamiento hacia máquinas tomando decisiones de vida o muerte sin intervención humana. Pero ese es un argumento para quedarse en el proyecto y poder influir en futuras aplicaciones.
Los líderes de Google también parecen haber olvidado el papel vital que el gobierno, y especialmente la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa del Pentágono, desempeñaron en la creación de Internet y en hacer posible su compañía en primer lugar. Sin embargo, desde la negativa de Apple a desbloquear el iPhone de un terrorista en masa hasta el Project Maven, las empresas de tecnología han ignorado repetidamente a las agencias de aplicación de la ley, inteligencia y defensa.
Es importante reflexionar sobre las implicaciones de esta decisión de Google. Si las empresas de tecnología continúan negándose a colaborar con los organismos de seguridad y defensa, podríamos estar poniendo en riesgo nuestra seguridad nacional y la capacidad de proteger a los ciudadanos. Es fundamental encontrar un equilibrio entre la ética y la seguridad, y trabajar juntos para desarrollar tecnologías que sean beneficiosas para todos.