Un nuevo informe de investigación ha revelado que a medida que aumenta el número de dispositivos de Internet de las cosas (IoT) orientados al consumidor, también lo hace el interés de los ciberdelincuentes. Según un informe de Atlas VPN basado en datos publicados por la empresa de ciberseguridad SonicWall, los ataques de malware contra dispositivos IoT aumentaron en un 66% entre 2019 y 2020. El año pasado, el número total de ataques registrados alcanzó los 56,9 millones, frente a los 34,3 millones del año anterior.
El informe también destaca que la distribución regional de este malware es desigual, argumentando que América del Norte experimentó significativamente más ataques en comparación con el resto del mundo. Los datos muestran que el malware IoT en América del Norte aumentó un 152%, mientras que en Europa este aumento fue relativamente menor, un 48%. Asia experimentó un aumento del 18% en el malware IoT año tras año, mientras que las regiones restantes, África, Australia y América del Sur, un 17%.
Ante esta creciente amenaza, es importante que los consumidores protejan sus dispositivos IoT de la misma manera que protegen sus computadoras y teléfonos inteligentes. Esto incluye actualizar regularmente el software, establecer contraseñas fuertes y únicas, y desactivar cualquier función del dispositivo que no se necesite, limitando así los posibles puntos de entrada para los delincuentes.
Además, se recomienda configurar una red WiFi de invitados separada para los dispositivos IoT. De esta manera, si los hackers logran comprometer alguno de sus dispositivos inteligentes, no podrán infectar las computadoras de su red principal.
Es importante destacar que Atlas VPN no es la única empresa que advierte sobre la deficiente ciberseguridad de los dispositivos IoT. A finales del año pasado, Forescout publicó un informe que revelaba 33 nuevas vulnerabilidades de corrupción de memoria que afectan a millones de dispositivos conectados en todo el mundo. Los investigadores estimaron que millones de dispositivos de más de 150 proveedores contenían estas vulnerabilidades, lo que podría exponerlos a ataques de denegación de servicio, ejecución remota de código, filtración de información, envenenamiento de caché DNS e incluso toma de control total.
En resumen, la creciente amenaza de los ataques de malware a dispositivos IoT en América del Norte es un problema que no se puede ignorar. Los consumidores deben tomar medidas para proteger sus dispositivos y seguir las mejores prácticas de seguridad recomendadas por expertos en ciberseguridad.