En la actualidad, Estados Unidos se enfrenta a un desajuste sin precedentes entre la oferta y la demanda de talento en el campo de la ciberseguridad. A pesar de una economía sólida, más del 40% de los graduados universitarios aún se encuentran subempleados en su primer trabajo. Y sabemos que si están subempleados en su primer trabajo, 2/3 de las veces seguirán subempleados cinco años después, y la mitad de las veces estarán subempleados diez años después. Aún peor, decenas de millones de trabajadores mayores se encuentran desplazados en relación a las habilidades requeridas por los empleadores. Por otro lado, en el lado de la demanda, existen más de 7 millones de empleos sin cubrir, la mayoría de los cuales son puestos de alta o mediana habilidad. El mercado laboral no está funcionando muy bien. La brecha de habilidades está cobrando un alto costo para las familias e instituciones estadounidenses. Está obstaculizando el crecimiento económico, promoviendo la inequidad generacional, poniendo en peligro el Sueño Americano y generando una verdadera ansiedad sobre el futuro del trabajo.
¿Por qué la brecha de habilidades es peor que nunca? En gran parte debido a la tecnología. A través de mis inversiones en empresas de contratación de personal tecnológico, he visto los datos de primera mano: miles de requisiciones de empleo enviadas a empresas de contratación de personal donde las tasas de ocupación promedio pueden ser no superiores al 20%. La gran mayoría de estos puestos de trabajo son empleos que, si bien no son formalmente “empleos de TI”, requieren habilidades digitales discretas, lo cual es consistente con los informes que muestran un crecimiento laboral cercano a cero en lo que se supone que es nuestra industria más dinámica. Según la TechServe Alliance, la asociación comercial nacional de empresas de contratación de personal y servicios tecnológicos, el empleo en TI es básicamente plano. TechServe atribuye la culpa completamente a la oferta de talento técnico: “la tasa de crecimiento sigue siendo anémica debido a una escasez aguda de talento”. La brecha de habilidades en Estados Unidos sigue siendo principalmente una brecha de habilidades técnicas o digitales, no generales, sino especializadas en miles de tecnologías específicas, algunas de las cuales ni siquiera existían hace un año. Por ejemplo, no tenemos escasez de programadores de C++ o Fortran, aunque hay una gran demanda insatisfecha de desarrolladores de J2EE, Microservicios y .NET.
Es evidente que la brecha de habilidades en ciberseguridad es un desafío que debe abordarse de manera urgente. No solo afecta a los individuos y sus oportunidades laborales, sino que también tiene un impacto negativo en la economía y en la equidad generacional. Es fundamental que se tomen medidas para cerrar esta brecha y garantizar que las habilidades necesarias para proteger nuestros sistemas y datos estén disponibles en el mercado laboral.
Fuente del artículo: Forbes
