IBM y Microsoft ponen fin a la disputa sobre diversidad

Recientemente, IBM y Microsoft han llegado a un acuerdo en una disputa legal que involucra a su ex directora de diversidad, Lindsay-Rae McIntyre. IBM demandó a McIntyre después de que ella renunciara a su puesto para aceptar la misma posición en Microsoft. Esta demanda generó un intenso debate sobre si el conocimiento de los esfuerzos de diversidad de una empresa podría considerarse un secreto comercial protegible.

El caso IBM vs. McIntyre planteó preguntas importantes sobre la moralidad de “aislar” ideas para promover la diversidad e inclusión. Muchos abogados cuestionaron la decisión de IBM de demandar a su ex directora de diversidad, ya que esto podría dañar la imagen de la empresa. Incluso algunos expertos en propiedad intelectual consideraron que esta acción era excesiva y podría ser perjudicial para la reputación de IBM.

Por otro lado, IBM aprovechó la oportunidad para recordar que Microsoft también enfrenta una demanda de género relacionada con la diversidad. Microsoft intentó mantener la confidencialidad de sus propios datos de diversidad en este caso. En lugar de continuar con esta disputa legal, IBM y Microsoft acordaron que McIntyre pueda comenzar a trabajar en Microsoft en julio, seis meses después de su acuerdo de no competencia de un año.

Desde el punto de vista legal, este acuerdo puede considerarse una pequeña victoria para IBM. La empresa intentaba ampliar la definición de un secreto comercial en un estado que generalmente desaprueba los acuerdos de no competencia. Este acuerdo probablemente hará que otros empleados piensen dos veces antes de unirse a un competidor directo.

Por otro lado, Microsoft finalmente obtiene a su nueva empleada, aunque con un retraso de seis meses. La publicidad generada por esta disputa legal aumentará el prestigio de McIntyre como reclutadora y también mostrará la intención de Microsoft de mejorar en cuanto a diversidad.

Desde una perspectiva más amplia, podríamos considerar que Microsoft sale ganando en esta situación. Sin embargo, algunos expertos legales consideran que este acuerdo no resuelve la cuestión de si los datos de diversidad o las estrategias de contratación de una empresa pública pueden considerarse secretos comerciales.

En conclusión, este caso ha generado un debate importante sobre la protección de los esfuerzos de diversidad en las empresas. Aunque el acuerdo entre IBM y Microsoft pone fin a esta disputa legal, la cuestión de si los datos de diversidad pueden considerarse secretos comerciales aún queda por resolver.

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