En el mundo de la Internet de las Cosas Industrial (IIoT), han surgido nuevas tecnologías y conceptos para lidiar con la gran cantidad de información generada por la producción. Dos de estos conceptos son el fog computing y el edge computing. Aunque no son tecnologías nuevas, muchas personas no están familiarizadas con ellas y requieren una explicación más detallada.
El fog computing y el edge computing tienen en común la idea de llevar el procesamiento y la inteligencia más cerca de donde se genera la información, como motores, bombas, sensores, etc. Sin embargo, la diferencia clave entre ambas arquitecturas radica en dónde se ubica esa capacidad de procesamiento e inteligencia.
El fog computing lleva la inteligencia hacia el nivel de la red de área local, procesando la información en un nodo de fog o en una puerta de enlace de IoT. Por otro lado, el edge computing lleva la inteligencia, la capacidad de procesamiento y las capacidades de comunicación de una puerta de enlace o fábrica directamente a los dispositivos, como controladores de automatización programables (PACs).
Es común que muchas personas utilicen los términos fog computing y edge computing indistintamente. Sin embargo, el edge computing es un término más antiguo que engloba al fog computing. Cisco acuñó el término edge computing hace años para describir una capa de procesamiento en el borde de la red que permite que los datos preprocesados se envíen rápidamente y de manera segura a la nube. Aunque Cisco dominó completamente los aspectos de entrega segura del fog computing en los primeros días de la IIoT, recientemente se ha comenzado a implementar el procesamiento de datos del fog computing en casos de uso reales de IIoT.
Para diferenciar aún más ambos términos, el proceso de distribución de datos en el edge computing implica enviar los datos desde la aplicación de gestión a un servidor OPC o una integración de protocolo, que luego convierte los datos a un protocolo que los sistemas web entienden, como MQTT o HTTP. A continuación, los datos se envían a un nodo de fog o una puerta de enlace de IoT en la LAN, donde se recopilan y se realiza el procesamiento y análisis de datos. Este proceso filtra, analiza, procesa e incluso puede almacenar los datos para su posterior transmisión a la nube o a la WAN. La arquitectura del fog computing se basa en múltiples conexiones en una cadena de comunicación para transferir datos desde el mundo físico de los recursos al mundo de la tecnología. Cada una de estas conexiones es un posible punto de fallo.
Por otro lado, en el edge computing se simplifica esta cadena de comunicación y se reducen los posibles problemas de falla al conectar directamente los recursos físicos, como motores y bombas, a un PAC inteligente que recopila, analiza y procesa datos de los recursos físicos, al mismo tiempo que ejecuta la aplicación de gestión. Luego, los PAC utilizan las capacidades de edge computing para determinar qué datos deben almacenarse de forma independiente o enviarse a la nube para un análisis más detallado. En el edge computing, la inteligencia se encuentra en el borde de la red, donde todos nuestros recursos físicos están conectados y donde se genera la información de IoT.
En resumen, el fog computing y el edge computing son dos enfoques diferentes para llevar el procesamiento y la inteligencia más cerca de donde se genera la información en la IIoT. Mientras que el fog computing se enfoca en llevar la inteligencia a nivel de red, el edge computing se enfoca en llevar la inteligencia directamente a los dispositivos. Ambos enfoques tienen sus ventajas y desafíos, y su elección dependerá de las necesidades y requisitos específicos de cada caso de uso.