A medida que las empresas luchan por aprovechar la tecnología móvil más rápido que sus competidores, hay una creciente presión sobre los desarrolladores para crear aplicaciones. Eso es lo que está detrás del surgimiento de DevOps y el desarrollo basado en la nube; el deseo de acortar el proceso de desarrollo. Pero, ¿es realmente la velocidad de desarrollo el punto clave?
El colaborador de Computerworld, Jack Gold, argumenta que, en el caso de las aplicaciones móviles internas de productividad para empleados (en contraposición a las aplicaciones dirigidas a los clientes), el desarrollo rápido de aplicaciones en sí mismo no debería ser el objetivo. Más bien, el objetivo debería ser la implementación rápida de aplicaciones: “Una aplicación móvil típica puede costar entre $250,000 y $500,000 (o más) y tardar de 6 a 12 meses en desarrollarse e implementarse. Pero durante ese período de tiempo, se pierde el potencial de un retorno significativo en operaciones mejoradas. Cualquier retraso que mantenga la productividad de los empleados por debajo de lo que podría lograrse representa una pérdida real para tu resultado final”.
Para evitar caer en esa trampa, Gold dice que las empresas deben abordar el desarrollo de aplicaciones móviles internas de manera diferente. “A diferencia de las aplicaciones dirigidas a los consumidores que necesitan ser perfectas en función y experiencia de usuario, las aplicaciones internas no necesariamente tienen que cumplir con esos criterios”, escribe. “Las aplicaciones ‘suficientemente buenas’ que proporcionan mejoras en la productividad de los trabajadores son igual de valiosas, especialmente si se pueden crear fácilmente y actualizar con frecuencia para aprovechar los cambios en el entorno empresarial”.
La pregunta obvia aquí es ¿qué se considera “suficientemente bueno”? Esa es un área gris, ya que lo que un empleado considere “suficientemente bueno”, otro empleado podría considerarlo inutilizable, lo que no ayudará mucho al retorno de inversión de tus aplicaciones móviles. Como comentó uno de los lectores de Gold: “Si no prestas suficiente atención a la experiencia móvil y cómo se ajusta a la función laboral, las personas no usarán la aplicación sin importar lo rápido que la lances o cuántas veces la actualices”.
Sin embargo, los modelos de retorno de inversión de Gold muestran claramente que hay un costo en términos de oportunidades de productividad perdidas cuando se retrasa la implementación de aplicaciones móviles internas. Depende de los líderes de TI y de los equipos de desarrollo empresarial encontrar el “punto óptimo” donde el tiempo de implementación y la funcionalidad de las aplicaciones brinden el mejor retorno de inversión. Dado que estamos hablando de aplicaciones de productividad, gran parte de eso debería ser medible. ¿Estás obteniendo suficiente retorno de inversión de tus aplicaciones móviles internas?
