En un mundo cada vez más digitalizado, la transformación digital se ha convertido en una necesidad para las empresas que desean mantenerse competitivas. Sin embargo, un estudio reciente encargado por Dell y realizado por Vanson Bourne revela que la mayoría de las empresas británicas se sienten mal preparadas para afrontar este cambio y temen quedar obsoletas.

El informe, titulado “Índice de Transformación Digital de Dell”, encuestó a 4.000 empresas medianas y grandes de 16 países y 12 industrias diferentes. Los resultados muestran que casi la mitad de las empresas, un 41%, se sienten incómodas con el ritmo de cambio y han experimentado “disrupciones significativas” en los últimos tres años. Además, un 32% de las empresas encuestadas creen que podrían quedar completamente obsoletas en los próximos años.

Según Dell, las empresas encuestadas se pueden clasificar en cinco categorías: líderes, adoptantes, evaluadores, seguidores y rezagados. La mayoría de las empresas se encuentran en las últimas tres categorías, con un 41% clasificadas como “seguidores”, que tienen pocas inversiones digitales y una planificación futura tentativa, un 19% como “rezagados”, que no tienen ningún plan en absoluto, y un 24% como “evaluadores”, que están adoptando gradualmente un enfoque más digital.

Una de las principales razones por las que las empresas británicas se sienten mal preparadas para la transformación digital es la diferencia entre los mercados tecnológicos maduros y los mercados emergentes. En países como India, donde no existen infraestructuras heredadas que necesiten ser reemplazadas, hay una cultura más nativa digital, lo que facilita la adopción de nuevas tecnologías.

La transformación digital no solo implica la implementación de nuevas tecnologías, sino también un cambio en la mentalidad y la forma de trabajar de las empresas. Aquellas que no se adapten a este cambio corren el riesgo de quedar rezagadas y perder su relevancia en el mercado.

Es fundamental que las empresas británicas tomen conciencia de la importancia de la transformación digital y comiencen a tomar medidas para adaptarse a este nuevo entorno. Esto incluye invertir en tecnologías digitales, capacitar a los empleados en habilidades digitales y fomentar una cultura de innovación y cambio.

En resumen, el informe de Dell y Vanson Bourne revela que las empresas británicas se sienten mal preparadas para la transformación digital y temen quedar obsoletas. Es necesario que estas empresas tomen medidas para adaptarse a este nuevo entorno digital y asegurar su supervivencia en el mercado.