Los accionistas de Alphabet han tenido un mes difícil. Los operadores de bolsa y los analistas culpan a una disminución en los ingresos publicitarios del primer trimestre de Alphabet. Pero toda esta venta es miope. La empresa de Mountain View, California, siempre ha sido un vendedor de anuncios accidental. Su verdadero negocio es el aprendizaje automático. Y ahora, por fin, hay un mercado viable y en crecimiento para ese conjunto de habilidades. El punto de inflexión está cerca y los inversores deberían aprovechar esta caída.
Javier Polit no es un nombre conocido. Es el director de información de Procter & Gamble, fabricante de marcas que van desde el detergente para ropa Tide y las toallas de papel Bounty, hasta las maquinillas de afeitar Gillette y el desodorante Old Spice. Su trabajo consiste en encontrar formas de asegurar, organizar y manipular las vastas cantidades de datos que la empresa recopila para hacer que el negocio sea más rentable. Habló en la conferencia eMerge Americas en abril. Hablando sobre el mercado de la computación en la nube, Polit contó una historia que está muy lejos de la narrativa actual predominante.
Un informe de Canalys en febrero mostró que el mercado de infraestructura en la nube, valorado en 80 mil millones de dólares, está actualmente dominado por Amazon Web Services. La subsidiaria de Amazon.com tiene el 32% de la cuota de mercado. La unidad de Microsoft, Azure, tiene el 16%, y Google Cloud de Alphabet está muy por detrás, con solo el 9% de la cuota. Por ahora, al menos…
Polit dijo a los periodistas que P&G tiene inversiones con AWS, Azure, SAP, Dell Technologies y Google Cloud. Sin embargo, apostar en varias nubes es costoso. Y trasladar datos entre plataformas crea fricción. La estrategia está en una encrucijada. La empresa necesita priorizar qué inversiones impulsarán mejor su transformación digital. Esa directiva viene de arriba. El CEO Robert McDonald le dijo a McKinsey & Co. que está en una misión para convertir al gigante de productos de consumo en la empresa más tecnológicamente habilitada del mundo. Dejando de lado el jerga, McDonald quiere utilizar la inteligencia artificial para informar todo, desde cómo la empresa crea moléculas para jabones y lociones, hasta cómo interactúa con los clientes. También quiere utilizar los datos para encontrar modelos de negocio que de otra manera no serían obvios.
Solo una empresa líder en infraestructura en la nube tiene sus raíces en el aprendizaje automático y la inteligencia artificial. Y esa empresa es Alphabet.
Artículo basado en: Forbes