El valor de la interoperabilidad en el Internet de las cosas

El Internet de las cosas (IoT) ha revolucionado la forma en que las empresas crean valor y se adaptan a los cambios en sus cadenas de valor. Antes, las empresas líderes podían crear valor con una tecnología propietaria que mantenía cautivos a sus clientes. Sin embargo, con la llegada del IoT, la interoperabilidad y la intercambiabilidad se han convertido rápidamente en requisitos que las empresas se apresuran a cumplir.

La interoperabilidad en el IoT no solo ayuda a informar a los consumidores, sino que también facilita la adaptación a los cambios en la generación, almacenamiento y gestión de energía. Por ejemplo, en la industria energética, el crecimiento de los medidores inteligentes es fundamental para adaptarse al crecimiento de la energía solar y el almacenamiento de energía distribuida. Asimismo, las compañías automotrices están buscando formas de mantenerse actualizadas con la rápida aparición de aplicaciones y dispositivos de consumo en comparación con la sustitución de automóviles.

Es importante que las empresas se enfoquen en dónde pueden agregar el mayor valor en el IoT. Aunque las empresas más grandes podrían verse tentadas a innovar en todos los niveles de la pila de tecnología del IoT, no es práctico construir todo desde cero. No hay margen de competencia en aspectos básicos como la seguridad. Sin embargo, existe un punto intermedio donde se puede agregar valor sin tener que hacer todo.

Una forma de pensar en dónde agregar valor podría ser mirar la pila de tecnología del IoT desde una perspectiva ligeramente diferente a la que los ingenieros han utilizado para la infraestructura de TI tradicional. La OpenFog Consortium ha desarrollado una arquitectura de referencia para respaldar la interoperabilidad, la intercambiabilidad y la composabilidad del IoT en diferentes casos de uso y niveles. Estos niveles incluyen la interoperabilidad a nivel de dispositivo, la interoperabilidad sintáctica correspondiente a protocolos como XML y JSON, la capa semántica para permitir la inteligencia artificial y el aprendizaje profundo, y la capa de bucle ambiental para permitir la retroalimentación entre personas y máquinas.

El bucle ambiental es una nueva forma de pensar en el diseño de sistemas de TI y no está incluido en el modelo OSI tradicional. Se refiere a la conexión entre la persona y la infraestructura del IoT, lo que permite que nuestros deseos se traduzcan en el entorno.

En resumen, la interoperabilidad en el IoT es fundamental para que las empresas puedan adaptarse a los cambios y crear valor en un mundo cada vez más conectado. Al enfocarse en agregar valor en los niveles adecuados de la pila de tecnología del IoT y adoptar arquitecturas de referencia como la propuesta por la OpenFog Consortium, las empresas pueden aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el IoT.

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