Según el Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE), cinco de los 12 sistemas de computación de alto rendimiento más importantes del mundo son propiedad de laboratorios nacionales estadounidenses. Sin embargo, muchas empresas, incluso las más grandes, no tienen acceso a estos sistemas debido a restricciones financieras y técnicas. Con el objetivo de solucionar este problema, el DOE ha lanzado un nuevo programa que busca conectar a los fabricantes con supercomputadoras y la experiencia necesaria para utilizarlas.
Este programa proporciona inicialmente $3 millones de dólares para 10 proyectos industriales, con la posibilidad de extenderse en futuros años fiscales dependiendo de la aprobación del Congreso. Estos proyectos tienen como objetivo mejorar la eficiencia, el desarrollo de productos y el uso de energía en la industria manufacturera.
Por ejemplo, la empresa Procter & Gamble recibirá ayuda para reducir el uso de pulpa de papel en sus productos en un 20%, lo cual podría resultar en ahorros significativos de costos y energía en esta industria intensiva en energía. Otra empresa, ZoomEssence, que produce “ingredientes en polvo que capturan todos los componentes sensoriales clave de un líquido”, trabajará en la optimización del diseño de un nuevo método de secado utilizando simulaciones de computación de alto rendimiento.
Entre otros proyectos incluidos en la implementación inicial de lo que se conoce como HPC4Mfg (HPC para la manufactura), se encuentra un esfuerzo para ayudar a Global Foundries a optimizar el diseño de transistores. En otro proyecto, el Ohio Supercomputer Center y el Edison Welding Institute desarrollarán una herramienta de simulación de soldadura.
Los laboratorios nacionales no solo cuentan con la infraestructura necesaria, sino que también tienen una profunda experiencia en el uso de computadoras de alto rendimiento para resolver problemas complejos. Además, cuentan con aplicaciones especializadas que permiten diseñar y prototipar productos virtualmente, evitando la necesidad de crear prototipos físicos. Estos sistemas pueden ejecutar simulaciones y visualizaciones para descubrir, por ejemplo, nuevos métodos de fabricación energéticamente eficientes.
En resumen, el uso de supercomputadoras en la industria manufacturera ofrece grandes oportunidades para mejorar la eficiencia, reducir costos y desarrollar productos innovadores. Gracias al programa HPC4Mfg, los fabricantes ahora tienen la posibilidad de acceder a estas herramientas y aprovechar al máximo su potencial.