La gigante de la informática IBM tiene un negocio paralelo en las ciencias de la vida y está llevando a cabo un interesante trabajo en el campo del cáncer. En un reciente artículo publicado en el Journal of the American Chemical Society (JACS), investigadores de IBM Healthcare and Life Sciences describieron cómo nuevos polímeros pueden destruir selectivamente las células cancerosas al cortarlas. “Perforan una serie de agujeros en la membrana”, dijo Nathaniel Park, investigador de IBM y primer autor del artículo, en una entrevista telefónica. “Es difícil para las células cancerosas detener esto o desarrollar resistencia”. La tecnología surgió de la experiencia informática de IBM. Hace unos diez años, la compañía se dio cuenta de que los polímeros que habían desarrollado para fabricar chips podían ser aplicados en las ciencias de la vida. El equipo, liderado por James Hedrick, ha utilizado estas macromoléculas contra bacterias resistentes a los antibióticos, muchas de las cuales tienen una carga negativa. “Los polímeros antimicrobianos obtienen su eficacia de su carga catiónica”, dijo Park. “Por lo tanto, tienen carga positiva, lo que les permite asociarse selectivamente con los microbios en lugar de las células humanas sanas”. El estudio de JACS mostró que la misma estrategia puede ser efectiva contra las células cancerosas, que también pueden tener carga negativa. Las macromoléculas que han creado toman su inspiración de los péptidos y los anticuerpos, que también pueden dirigirse a las células cancerosas. “Son más parecidos a los productos biológicos”, dijo Park. “No son proteínas o péptidos en sí, pero imitan sus funciones y tienen un peso similar”. Las macromoléculas de IBM contienen un bloque con carga positiva, que se une a las células cancerosas, mientras que una segunda parte se adentra en las membranas celulares. Los componentes autoensamblables resisten los esfuerzos del cuerpo por eliminarlos, un problema con los péptidos, aunque se descomponen por sí solos después de un par de días. Las moléculas resultaron ser efectivas tanto contra las células cancerosas como contra las “células madre del cáncer”. También impidieron que las células se migraran, el aspecto más mortal del cáncer. En la práctica, estas moléculas probablemente se infundirían como la quimioterapia estándar. Sin embargo, a diferencia de la quimioterapia, este enfoque no desencadena la apoptosis, la muerte celular programada que a veces los cánceres aprenden a resistir. En cambio, causa necrosis: las células simplemente mueren. Aunque los investigadores lo intentaron, no pudieron lograr que las células cancerosas desarrollaran resistencia contra estas macromoléculas.
Este avance en el uso de polímeros para combatir el cáncer es un gran paso adelante en la lucha contra esta enfermedad devastadora. La capacidad de los polímeros para destruir selectivamente las células cancerosas sin desencadenar la resistencia de las células es un enfoque prometedor. Además, el hecho de que estas macromoléculas también puedan prevenir la migración de las células cancerosas es un aspecto crucial, ya que la propagación del cáncer es lo que lo hace tan mortal.
El uso de polímeros en el tratamiento del cáncer también ofrece una alternativa a la quimioterapia tradicional. A diferencia de la quimioterapia, que puede tener efectos secundarios graves y afectar a las células sanas, el uso de polímeros se dirige específicamente a las células cancerosas, minimizando los efectos adversos en el cuerpo. Además, el hecho de que estas macromoléculas se descompongan por sí solas después de un par de días evita la acumulación de sustancias tóxicas en el cuerpo a largo plazo.
Si bien este enfoque aún está en etapas de investigación, es emocionante ver cómo la tecnología informática puede ser aplicada en el campo de la medicina para combatir enfermedades como el cáncer. Con avances como este, hay esperanza de que en el futuro cercano podamos tener tratamientos más efectivos y menos invasivos para el cáncer.