Recientemente se ha dado a conocer que el sector manufacturero de Estados Unidos se encuentra en recesión. Los últimos datos sobre la actividad manufacturera en el Medio Oeste, provenientes del índice de gerentes de compras de Chicago, mostraron una contracción en septiembre. Además, el informe sobre negocios del Instituto de Gestión de Suministros de Milwaukee también indicó una contracción en la actividad. Estos datos son solo los últimos de una serie de indicadores que muestran que, en general, el sector manufacturero de Estados Unidos está pasando por un mal momento.

En un informe dirigido a sus clientes, los analistas de TD Securities señalaron que actualmente los siete índices regionales de gerentes de compras en el sector manufacturero se encuentran en territorio contractivo. Las dos últimas veces que esto sucedió fue en 2009 y 2001, momentos en los que toda la economía estadounidense estaba sumida en una recesión. Sin embargo, en la actualidad, la economía parece estar en buen estado, con los consumidores estadounidenses impulsando el crecimiento económico hacia lo que se perfila como el mejor año desde 2006. Además, la tasa de desempleo ha caído a niveles anteriores a la recesión y las ganancias de empleo siguen promediando alrededor de 200,000 al mes. Pero, en pocas palabras, el sector manufacturero de Estados Unidos está en recesión.

El sector manufacturero ha sido como una espina clavada en la recuperación económica de Estados Unidos últimamente. Desde el año pasado, este sector crucial ha luchado para enfrentar los vientos en contra provenientes de la caída de los precios de la energía a nivel mundial, el impacto negativo del fortalecimiento del dólar en la actividad exportadora y la debilidad de la demanda global.

El sector manufacturero de Estados Unidos ha sentido especialmente la presión de la caída de los precios del petróleo, lo cual ha reducido significativamente la actividad en ese sector, revirtiendo el importante estímulo que se había visto durante la revolución del shale en los últimos años. Sin embargo, dado que el sector manufacturero representa solo el 12% del PIB, mientras que el gasto de los consumidores representa aproximadamente dos tercios del PIB, TD Securities no cree que la economía en general se dirija hacia una recesión.

Si bien no creemos que la economía de Estados Unidos se encuentre en recesión o esté a punto de entrar en una, nuestro modelo propio indica una probabilidad del 1% de que la economía estadounidense esté en recesión y una probabilidad del 16% de que entre en recesión en los próximos 6 meses. La señal proveniente del índice del sector manufacturero del ISM, que consideramos un indicador mucho más confiable sobre la salud de la actividad económica en Estados Unidos, también ha sido alentadora.

Esperamos, sin embargo, que la lectura del índice manufacturero del ISM caiga a 50 en septiembre, lo que indicaría una economía en punto muerto. Lecturas por encima de 50 indican expansión, mientras que por debajo indican contracción. Y las decepcionantes lecturas regionales, en opinión de TD Securities, indican un panorama negativo.

En resumen, aunque el sector manufacturero de Estados Unidos está en recesión, la economía en general sigue mostrando signos de fortaleza. Los consumidores estadounidenses continúan impulsando el crecimiento económico y se espera que la economía se mantenga en una posición neutral en los próximos meses.