En el desarrollo de los autos autónomos, una de las claves para su éxito no radica en la tecnología en sí, sino en el momento en que el conductor común se siente lo suficientemente cómodo como para activar el modo de conducción autónoma por primera vez. Los equipos de profesionales en ciberseguridad deben considerar qué se necesita para inspirar esa confianza, así como mantenerla e incluso aumentarla con el uso regular. Porque a medida que la inteligencia artificial y la automatización se vuelven más comunes y necesarias, ¿no es eso lo que les estamos pidiendo a los CISOs y a sus equipos? Les estamos diciendo: “Quita las manos del volante. Aparta la vista de la carretera y confía todo a esta tecnología”. ¿Es de extrañar que los líderes de seguridad se sientan cautelosos?
Afortunadamente, ese sentido de cautela es una de las mejores bases para construir una capacidad de automatización exitosa y confiable. Esto se debe a que la automatización requiere una medida seria de confianza para brindar beneficios máximos a las organizaciones. Desarrollar esa confianza es un proceso, y uno cuidadoso y constante. De hecho, todo lo relacionado con la automatización exitosa es un proceso. Cuanto más los CISOs y sus equipos comprendan eso, más se beneficiarán de ello. Sin ese conocimiento, es fácil no estar preparados para el panorama de amenazas cada vez más automatizado y, de hecho, ser demasiado confiados y automatizados de formas que no harán que una red sea más segura.
Esto se vuelve relevante al considerar algunos de los desafíos dramáticos que las organizaciones han enfrentado en las últimas semanas con el trabajo remoto a gran escala. El primer paso para construir esa confianza es comprender el proceso que se llevó a cabo para construir la red neuronal artificial (ANN) que impulsa la automatización. Un ANN es un sistema de hardware o software diseñado para imitar el funcionamiento de las neuronas en el cerebro. Lograr esto es una tarea enorme que involucra a cientos de profesionales de la seguridad que ingresan millones de puntos de datos a lo largo de los años. Es un proceso extenso de aprendizaje supervisado, no supervisado y de refuerzo que le permite identificar y responder de manera eficiente a miles de millones de eventos de seguridad que ocurren todos los días.
En resumen, la automatización es un proceso que requiere confianza y comprensión. Los líderes de seguridad deben estar dispuestos a confiar en la tecnología y entender cómo se ha desarrollado para brindar los máximos beneficios a sus organizaciones. Solo así podrán enfrentar de manera efectiva el panorama de amenazas cada vez más automatizado y garantizar la seguridad de sus redes.
Fuente del artículo: Forbes
