El poder del Big Data para combatir la trata de personas

La tecnología y los datos han transformado la forma en que vivimos, trabajamos y nos divertimos. Sin embargo, hasta ahora, los resultados han sido mixtos. Aunque sin duda estamos más conectados y mejor informados, al mismo tiempo estamos más ansiosos por el ritmo de cambio y nuestra privacidad personal. Y con razón. El escándalo de Cambridge Analytica del año pasado nos mostró lo fácil que es acumular, extraer y explotar nuestros datos personales con fines políticos.

Pero si miramos de otra manera, la tecnología y los datos tienen el potencial, si se utilizan para el bien, de aliviar algunos de los desafíos globales más apremiantes del mundo, como el cambio climático, las pandemias globales y la trata de personas.

Los datos por sí solos no son la respuesta. Nunca en la historia de la humanidad hemos tenido acceso a tanta información. El desafío es que la mayoría de estos datos se encuentran en silos, lo que nos deja con una imagen incompleta de los problemas sociales complejos. Tomemos como ejemplo la trata de personas. Alrededor de 172 países forman parte de la cadena de explotación, mientras que más de 40 millones de personas son esclavizadas cada año. Es una imagen desalentadora. La única forma de profundizar en lo que realmente está sucediendo y desarrollar estrategias de intervención es compartir datos.

Veamos qué sucede cuando se ponen en acción dos principios bastante simples: el uso de datos para el bien y el intercambio de datos para combatir la trata de personas.

La trata de personas es un negocio global de 150 mil millones de dólares que se esconde a plena vista. Muy pocos de nosotros estamos al tanto de las estadísticas, por no mencionar el hecho de que es probable que esté sucediendo en nuestras propias comunidades. Y hasta hace poco, era casi imposible rastrear y evaluar toda la cadena de suministro de la trata, desde la financiación hasta los intermediarios, las víctimas y los compradores. El intercambio de datos ha cambiado todo esto.

En los últimos 13 años, Stop the Traffik, una organización sin fines de lucro, ha utilizado el poder de las personas y la tecnología para combatir la trata de personas. Recientemente, se asoció con el Edelman Predictive Intelligence Centre, un equipo de científicos de datos y comportamiento enfocados en aprovechar la inteligencia artificial (IA) para el marketing y las comunicaciones. Hemos creado un modelo de prevención de la trata de personas que se basa en el intercambio de datos entre numerosas fuentes, especialmente organizaciones no gubernamentales (ONG) e instituciones financieras, junto con datos de crowdsourcing y de código abierto. La plataforma de datos y visualización de IBM consolida la inteligencia y produce información sobre operaciones de trata ilícita, como la oferta y la demanda del mercado, las rutas de tráfico y los flujos financieros.

El Big Data y el intercambio de datos están demostrando ser herramientas poderosas en la lucha contra la trata de personas. Al unir fuerzas y compartir información, podemos tener una visión más completa de este problema global y desarrollar estrategias más efectivas para combatirlo.

Fuente del artículo: We Forum

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