En el mundo empresarial actual, la toma de decisiones precisas y rápidas es fundamental para mantenerse competitivo y lograr el crecimiento deseado. Es por eso que el uso del big data se ha convertido en una necesidad para las organizaciones. Sin embargo, en el ámbito de la salud, el uso del big data va más allá de una necesidad empresarial, se trata de una obligación moral para reducir la incertidumbre y ofrecer tratamientos optimizados.
El big data se ha vuelto posible gracias a la capacidad de recopilar y analizar conjuntos de datos a gran escala en relación con un problema específico. Antes de la llegada del big data, los analistas se basaban en muestras de una población y, dependiendo del tamaño de las muestras, podían llegar a alguna conclusión con cierto nivel de incertidumbre. Sin embargo, con el big data, es posible reducir las probabilidades de error.
En el ámbito tecnológico, el término “big” también tiene un significado específico. Cuando los conjuntos de datos alcanzan un tamaño determinado (terabytes, petabytes y más), las tecnologías de almacenamiento de datos tradicionales ya no son suficientes. La solución más común en este caso es el sistema de archivos distribuido Hadoop (HDFS), cuyas especificaciones son mantenidas por la organización sin fines de lucro Apache Software Foundation.
La buena noticia para aquellos que desean aprovechar el poder del big data es que no es necesario convertirse en un experto en tecnología HDFS. Existen herramientas y plataformas que permiten a los usuarios acceder y utilizar el big data sin necesidad de conocimientos técnicos avanzados.
Otra ventaja importante del uso del big data es que no requiere una inversión de capital. En lugar de eso, se trata de una inversión operativa que libera a las organizaciones de la preocupación de adquirir hardware costoso. Ya no es necesario dedicar una cantidad significativa de tiempo a planificar la infraestructura de TI adecuada, con la esperanza de acertar en el tamaño correcto.
Si bien el uso del big data puede parecer abrumador, es importante destacar que aún se requiere cierta planificación. Es necesario definir los objetivos y las necesidades específicas de la organización, así como seleccionar las herramientas y plataformas adecuadas para aprovechar al máximo el potencial del big data.
En resumen, el big data ofrece una oportunidad única para mejorar la toma de decisiones y reducir la incertidumbre en los negocios y en el ámbito de la salud. Aprovechar el poder del big data no solo es posible, sino también esencial para mantenerse competitivo en el mundo empresarial actual.
Artículo basado en: EPM Magazine
