Dirigir un negocio es como estar en un viaje que requiere un cambio constante de dirección. Las cosas están en constante cambio, desde los gustos de los clientes hasta los factores de producción que afectan los precios, hasta los proveedores. Casi siempre estás ajustando algo solo para mantener el statu quo. Un buen número de emprendedores reacciona a estos cambios en el entorno confiando únicamente en el instinto y en observaciones superficiales o en lo que escuchamos. Desafortunadamente, trabajar de esta manera es más un arte que una ciencia, y aunque algunos pocos lo hacen bien, la mayoría de las veces, la mayoría toma decisiones equivocadas. Esto se debe a que las fuentes de datos en las que confiamos no son exactas y los análisis son limitados, por lo que respondemos a lo obvio de manera obvia.

El análisis de datos es la ciencia de extraer información de fuentes de información en bruto. Técnicamente, esto es lo que haces como propietario de un negocio cuando observas las tendencias que siguen tus clientes y respondes a sus necesidades. Tomemos como ejemplo a un tendero. Es de conocimiento común que las mañanas y las tardes son los momentos más lucrativos del día para aquellos en el comercio minorista. Esta información puede guiar a un dueño de tienda a aceptar entregas de mercancía más tarde en el día cuando el tráfico de personas es bajo, causando así las menores interrupciones a las operaciones normales.

Sin embargo, este pensamiento puede ser erróneo debido a los límites de nuestra observación. Hacemos observaciones en su mayoría superficiales y estrechas. El nivel de comprensión al que podemos llegar no es muy profundo y a menudo lo que parece ser una cosa puede ser otra. Tomemos, por ejemplo, una tienda que vende leche, pan y mandazis. Cuando el tendero se da cuenta de que las ventas de leche están aumentando, puede asumir que las ventas de pan también aumentarán, por lo que se abastece de pan. Sin embargo, en una zona con una población joven que prefiere los mandazis, el pan adicional podría echarse a perder ya que los clientes eligen los mandazis para el desayuno en su lugar. Este es el tipo de información que, una vez capturada y automatizada, revela tendencias con profundidad.

El análisis de datos, sin embargo, siempre ha sonado como algo que hacen las grandes corporaciones. Pero con empresas como Google, Facebook e incluso Microsoft invirtiendo fuertemente en big data y proporcionando un acceso más fácil y económico a la analítica en sus plataformas, las pequeñas y medianas empresas ahora pueden aprovechar los beneficios que se les ofrecen a las grandes corporaciones a una fracción del costo. Google Analytics, por ejemplo, es una plataforma digital gratuita que analiza datos y brinda a los propietarios de pequeñas empresas acceso a herramientas que analizan el tráfico del sitio web. Esto proporciona información como desde dónde se conectan tus clientes, qué páginas de tu sitio web son las más populares, cuánto tiempo permanecen en tu sitio, etc. También puedes obtener herramientas de análisis a largo plazo que te permiten detectar tendencias que te ayudan a tomar decisiones inteligentes basadas en datos.

En resumen, el análisis de datos se ha convertido en una herramienta poderosa para los negocios, independientemente de su tamaño. Ya no es exclusivo de las grandes corporaciones, sino que está al alcance de las pequeñas y medianas empresas. Al aprovechar los datos y las herramientas de análisis, los empresarios pueden tomar decisiones más informadas y estratégicas, lo que les permite adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y mejorar su rendimiento general. No subestimes el poder de los datos en tu negocio, ¡úsalos a tu favor!