Una de las formas más sencillas de ganar dinero en los mercados financieros es operar con información sensible al precio antes que los demás. Según cuenta la historia apócrifa, Nathan Mayer Rothschild tuvo un gran éxito en el mercado de bonos del gobierno en 1815 al enterarse del resultado de la Batalla de Waterloo antes que otros inversores. Hoy en día, operar con información privilegiada tiende a resultar en tiempo de cárcel. Sin embargo, la revolución de los Big Data, combinada con la aplicación de tecnologías de aprendizaje automático y potencia de supercomputación, está creando una nueva clase de información que puede dar a los inversores una ventaja legal. “Estamos viviendo una explosión de datos”, dice Tammer Kamel, fundador y director ejecutivo de Quandl, una empresa de datos con sede en Toronto. “Cada persona, cada máquina, cada ordenador está generando datos. Y explícita o implícitamente, en todos estos datos hay pequeñas pepitas de alfa”. El Sr. Kamel fue uno de los muchos científicos de datos, inversores y expertos en inteligencia artificial que discutieron esta revolución de la información en una conferencia de Newsweek en Londres la semana pasada. La conclusión: estamos en el amanecer de una nueva era intrigante en la obtención, recopilación y análisis de una gran cantidad de información no convencional y relevante para el mercado.
En primer lugar, los avances tecnológicos están creando fuentes de datos frescas y accesibles, como la imagen satelital. Una empresa activa en este campo, Orbital Insight, explicó que ahora es posible utilizar satélites para buscar inteligencia accionable en todo el mundo en tiempo casi real.
La revolución de los datos está cambiando la forma en que los inversores toman decisiones y se posicionan en los mercados financieros. Antes, la información privilegiada era la clave para obtener una ventaja competitiva, pero ahora, con la disponibilidad de grandes cantidades de datos y el uso de tecnologías avanzadas, los inversores pueden encontrar patrones y tendencias ocultas en los datos que les permiten tomar decisiones más informadas y oportunas.
La aplicación de técnicas de aprendizaje automático y análisis de datos masivos permite a los inversores identificar señales y patrones que pueden indicar movimientos futuros en los mercados. Por ejemplo, el análisis de datos de redes sociales puede revelar el sentimiento del mercado y las opiniones de los inversores, lo que puede ser útil para predecir cambios en los precios de las acciones. Del mismo modo, el análisis de datos de transacciones financieras puede revelar patrones de compra y venta que pueden indicar la dirección futura de un mercado.
Además, la disponibilidad de datos en tiempo real permite a los inversores reaccionar rápidamente a los cambios en los mercados y ajustar sus estrategias de inversión en consecuencia. Ya no es necesario esperar informes trimestrales o anuales para tomar decisiones, ahora los inversores pueden acceder a datos actualizados al instante y tomar decisiones basadas en información en tiempo real.
En resumen, la revolución de los datos está transformando la forma en que los inversores operan en los mercados financieros. La disponibilidad de grandes cantidades de datos y el uso de tecnologías avanzadas están permitiendo a los inversores encontrar oportunidades ocultas y tomar decisiones más informadas y oportunas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso de datos en los mercados financieros también plantea desafíos éticos y regulatorios, y es necesario garantizar que se utilicen de manera responsable y legal.