¿Alguna vez te has prometido a ti mismo que te gustaría “organizarte”? Es una promesa fácil de hacer, pero difícil de llevar a cabo. Entonces, ¿por dónde puedes empezar? Antes de abordar este desafío, primero debemos comprender en mayor detalle cómo funciona nuestra mente, más específicamente, nuestro sistema de atención. Este es el modo en que nuestro cerebro maneja y categoriza la información.
Los tiempos en los que vivimos representan un gran desafío para este sistema, porque nuestros cerebros no están equipados para lidiar con la avalancha de nuevos hechos y estímulos a los que nos enfrentamos todos los días. En cambio, los cerebros funcionan mejor cuando se concentran en una sola cosa a la vez. Esto era vital para nuestros antepasados, que cazaban con éxito al mantenerse altamente enfocados. Sus pensamientos solo se verían interrumpidos por eventos importantes, como la aproximación de un depredador.
Hoy en día, constantemente intentamos hacer muchas cosas al mismo tiempo. Conducir un automóvil, escuchar la radio, pensar en una próxima reunión de negocios: no es raro que todas estas cosas sucedan simultáneamente. Esto es algo para lo que nuestro cerebro no ha evolucionado exitosamente, lo que significa que hacer varias tareas a la vez tiene un costo. Cuando cambiamos nuestra atención entre diferentes actividades, nuestro cerebro no puede funcionar de manera efectiva. Esto a su vez nos lleva a cometer errores sin pensar, o a olvidar y extraviar cosas.
Para comprender mejor nuestro sistema de atención, también debemos considerar cómo nuestro cerebro decide cómo dividir su atención. Todo tiene que ver con la notable capacidad del cerebro para detectar cambios. Nuestros cerebros tienen más probabilidades de prestar atención a los cambios que a las constantes. Por ejemplo, imagina que estás conduciendo tu automóvil. De repente, notas que la carretera se siente irregular. Antes de esto, ni siquiera considerabas lo plana que estaba la calle, simplemente porque esta no era información útil. Pero esa realización podría ser vital, porque te alerta sobre un cambio peligroso en la superficie o un problema con tu automóvil. Las circunstancias cambiantes pueden representar una amenaza para nuestra supervivencia.
Debido a que estamos rodeados de cada vez más información, nos vemos obligados a tomar cada vez más decisiones. Las decisiones son parte de la vida cotidiana: ¿Deberíamos optar por el plan de internet más barato o pagar más y obtener datos ilimitados? ¿Deberíamos responder a este correo electrónico ahora o leer estos mensajes primero? Nos enfrentamos a decisiones como estas casi cada minuto. Pero, ¿cómo puede nuestro cerebro lidiar con este flujo constante de decisiones cuando originalmente evolucionó para procesar una idea a la vez?
La clave está en aprender a organizar nuestra mente. Daniel Levitin, en su libro “The Organized Mind”, revela los sistemas que están en funcionamiento cada vez que conducimos un automóvil, aprendemos algo nuevo o intentamos recordar dónde pusimos algo. Con una mayor comprensión de estos procesos, estarás mejor preparado para tomar el control y organizar tu vida. Descubrirás cómo aplicar técnicas simples, aprenderás la mejor manera de mantener la productividad en el trabajo e incluso cómo lidiar con situaciones que están fuera de tu control.
En resumen, la mente organizada es poderosa. Al comprender cómo funciona nuestro sistema de atención y aprender a organizar nuestra mente, podemos mejorar nuestra productividad, evitar errores y olvidos, y tomar decisiones más efectivas en nuestra vida diaria. Así que, ¿por qué no empezar hoy mismo a organizar tu mente y aprovechar todo su potencial?
