En los últimos años, una de las tendencias tecnológicas más importantes ha sido la llamada revolución del Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Los fabricantes han estado trabajando arduamente para mejorar todo tipo de dispositivos mediante la integración de alguna opción de conectividad. Algunos dispositivos realmente se han mejorado como resultado directo de su conectividad a Internet. Por ejemplo, mis aspersores de césped están conectados a una aplicación meteorológica en línea y son capaces de determinar cuánta agua necesita mi césped, según la cantidad de lluvia que ha caído recientemente. Otros dispositivos IoT son mucho más desconcertantes. Por más que lo intento, simplemente no puedo entender los beneficios de una cuchara conectada a WiFi. A menudo escucho a las personas referirse a los dispositivos IoT como “dispositivos inteligentes y conectados”. Si bien esta descripción no está equivocada, pasa por alto por completo lo que ha hecho que IoT sea un éxito abrumador: la interacción.
Los dispositivos IoT son más útiles cuando pueden interactuar con otros dispositivos. Permítanme darles un ejemplo. Vivo en el sur profundo y, como era de esperar, tiende a hacer mucho calor aquí durante el verano. En su mayor parte, esto no es un problema porque realmente disfruto del clima cálido. Sin embargo, en los días más calurosos, el aire acondicionado no siempre puede mantener mi oficina fresca. Mi oficina está en el segundo piso de mi casa, lo que hace que se mantenga un poco más cálida que las habitaciones en el primer piso. También está llena de computadoras, cada una de las cuales emite una cantidad considerable de calor. A veces, el aire acondicionado simplemente no puede mantenerse al día. Entonces, teniendo eso en cuenta, piensen en lo que dije hace un momento sobre los dispositivos IoT siendo más útiles cuando pueden interactuar con otros dispositivos. Mi aire acondicionado está controlado por un termostato inteligente. Cuando la temperatura en mi oficina se vuelve más cálida que la temperatura establecida en el termostato, mi sistema de automatización del hogar puede responder cerrando las persianas o encendiendo el ventilador de techo.
Lo que quiero decir es que la capacidad de interactuar con otros dispositivos IoT inteligentes y conectados es lo que hace que el termostato sea tan útil. Si no pudiera interactuar con estos dispositivos, el termostato sería poco más que una pantalla táctil elegante colgada en la pared. Lo que ha hecho que IoT sea tan exitoso es que la tecnología es tan versátil. Con los flujos de trabajo y las automatizaciones adecuadas, prácticamente cualquier dispositivo conectado puede funcionar con prácticamente cualquier otro dispositivo conectado, incluso si esos dispositivos no tienen ninguna relación entre sí. Esto es cierto tanto en el mundo del consumidor como en el mundo de la electrónica industrial.
En resumen, la verdadera potencia de los dispositivos IoT radica en su capacidad de interactuar y trabajar en conjunto. La interconectividad entre estos dispositivos permite una mayor eficiencia y comodidad en nuestras vidas diarias. A medida que la tecnología continúa avanzando, es emocionante pensar en las infinitas posibilidades que nos esperan en el mundo del IoT.