El poder de la disrupción empresarial: cómo Amazon cambió el juego

Hoy en día, todo el mundo parece estar hablando de la “disrupción”. Es moderno, hip y trendy. Muy propio de los millennials. Pero la disrupción empresarial es mucho más que una moda pasajera. La humanidad descubrió desde temprano que la mejor manera de mejorar nuestro nivel de vida era crear orden a partir del caos, inventando y reinventando constantemente nuestras herramientas más importantes: la tecnología, los procesos y los sistemas. Este ciclo de disrupción y renovación ha facilitado, agilizado y abaratado la obtención de alimentos, ropa y muchos otros bienes y servicios que queremos y necesitamos. Ha hecho que la educación esté disponible para miles de millones de personas, nos ha ayudado a viajar más rápido y a precios más económicos, a estar entretenidos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, a erradicar la mayoría de las enfermedades mortales y mucho más.

El problema es que tan pronto como nos hemos acostumbrado a un sistema, a menudo se convierte en un objetivo para otra disrupción. A pesar de los beneficios a largo plazo, casi todas las disrupciones a gran escala producen ganadores y perdedores a corto plazo. Las empresas quiebran, las personas pierden sus empleos. Comunidades enteras pueden ser devastadas. Lo que ha llamado la atención de la comunidad empresarial más que cualquier otra cosa en los últimos 30 años es la enorme riqueza que las grandes empresas disruptivas crean para sus fundadores, inversores, empleados y muchas otras personas involucradas con estas empresas.

Ninguna otra organización en el mundo encarna mejor el poder de la disrupción audaz y continua que Amazon. Esta es la empresa que, desde su fundación por Jeff Bezos en 1994, desafió a los editores y libreros de todo el mundo. En el camino, obligó a muchos incumbentes a cambiar sus modelos de negocio o a cerrar. Las consecuencias negativas a corto plazo de las acciones iniciales de Bezos y su equipo fueron eclipsadas por el inmenso valor que crearon al proporcionar miles de millones de libros y otros materiales impresos a personas de todo el mundo de manera más eficiente y económica que antes. El mercado de valores recompensó a la empresa con un aumento de más del 5,000 por ciento en el precio de sus acciones poco menos de dos años después de su oferta pública inicial (OPI) en 1997.

No contento con ser solo una empresa logística, Bezos y su equipo luego lograron interrumpir con éxito la dominación temprana de Sony, Apple y Samsung en dos categorías importantes: los lectores electrónicos (Barnes & Noble solo ocupa un distante quinto lugar con el Nook) y las tabletas.

La disrupción empresarial puede ser desafiante y a menudo tiene consecuencias negativas a corto plazo, pero también puede generar un tremendo valor y cambiar la forma en que vivimos y hacemos negocios. Amazon es un ejemplo claro de cómo una empresa audaz y dispuesta a desafiar el status quo puede transformar industrias enteras y crear un impacto duradero en la sociedad.

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