En el mundo empresarial actual, la tecnología juega un papel fundamental en el éxito de una organización. Anteriormente, se pensaba que la responsabilidad de la gestión de la tecnología recaía en el director de tecnología de la información (CIO, por sus siglas en inglés). Sin embargo, según un artículo reciente de MobilePaymentsToday, cada vez más se espera que los directores financieros (CFO, por sus siglas en inglés) desempeñen un papel activo en la construcción de la infraestructura tecnológica de sus empresas.

El artículo destaca que los CFO son la opción ideal para liderar este proceso debido a su conocimiento en finanzas y su comprensión de los objetivos comerciales. A diferencia de los proveedores de planificación de recursos empresariales (ERP, por sus siglas en inglés), que tienen un conflicto de intereses al limitar las opciones tecnológicas a su propio ecosistema, los CFO pueden evaluar las mejores opciones disponibles en el mercado y tomar decisiones basadas en las necesidades específicas de la empresa.

Además, el artículo señala que los CIO pueden carecer de la visión necesaria para comprender cómo las decisiones tecnológicas afectarán a otros grupos de interés, como los clientes. Por otro lado, los CFO están más familiarizados con los objetivos comerciales y pueden evaluar cómo las decisiones tecnológicas impactarán en la adopción por parte de los usuarios y los clientes.

Si bien el artículo enfatiza la importancia de contar con un ERP sólido como base de la infraestructura tecnológica de una empresa, también destaca que un ERP por sí solo no es suficiente para facilitar las tareas diarias. Es aquí donde entra en juego la construcción de un “tech stack” o conjunto de tecnologías que complementen y potencien las capacidades del ERP.

En resumen, el artículo concluye que los CFO son los candidatos ideales para liderar la gestión de la tecnología empresarial debido a su conocimiento en finanzas y su comprensión de los objetivos comerciales. Si bien los CIO y los proveedores de ERP deben tener voz en este proceso, la decisión final debe recaer en el CFO, ya que un “tech stack” bien construido es fundamental para el éxito de una organización.