La inteligencia artificial (IA) está revolucionando la forma en que se toman decisiones de inversión. Cada vez más, las máquinas están reemplazando a las personas en tareas como la gestión de carteras de acciones y el trading de alta frecuencia. La IA, con su capacidad para analizar datos y aprender de ellos, se considera útil en la ejecución de modelos de inversión específicos y en ayudar a los gestores de fondos con tareas que requieren recopilar e interpretar grandes cantidades de información.
Un ejemplo de esta tendencia es un fondo cotizado en bolsa (ETF) introducido en octubre, que utiliza algoritmos de IA para seleccionar las acciones a largo plazo. Aunque aún es demasiado pronto para determinar si este ETF, llamado A.I. Powered Equity, marcará una tendencia o simplemente será una curiosidad, lo cierto es que la IA continúa volviéndose más sofisticada y compleja, al igual que los mercados.
Esta evolución plantea un debate entre los expertos en tecnología y los profesionales de la inversión sobre el papel de la IA en la gestión de carteras. Algunos sostienen que siempre será una herramienta valiosa pero subordinada a los gestores humanos, mientras que otros vislumbran un futuro en el que la IA tome el control y tome decisiones por muchos fondos.
La IA en la gestión de inversiones va más allá de los programas de software que simplemente analizan datos y siguen reglas predefinidas. La verdadera IA implica el aprendizaje automático, en el cual un programa se actualiza a medida que llega nueva información. Si bien el objetivo del programa sigue siendo el mismo, las herramientas de resolución de problemas que utiliza van cambiando y reflejan la suma de la información con la que trabaja.
Grandes empresas de gestión de fondos como Fidelity y Vanguard afirman utilizar la IA para diversos propósitos, aunque no revelan detalles específicos. BlackRock, por su parte, confía en la IA para realizar análisis cognitivos complejos, como buscar patrones que podrían pasar desapercibidos para los ojos y cerebros humanos. Además, utiliza algoritmos para analizar las redes sociales y los motores de búsqueda en busca de información relevante sobre diferentes temas.
Es importante destacar que, si bien la IA desempeña un papel de apoyo en la toma de decisiones de inversión, las decisiones finales de compra y venta siguen siendo tomadas por los gestores humanos.
En resumen, la IA está transformando la gestión de inversiones al ofrecer herramientas más sofisticadas para analizar datos y tomar decisiones. Aunque su papel exacto en el futuro de la gestión de carteras aún está por determinar, es evidente que la IA está aquí para quedarse y seguirá evolucionando junto con los mercados financieros.
Fuente del artículo: The New York Times