El Internet de las Cosas: Mejorando nuestras vidas

El Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) está revolucionando nuestras vidas día a día. Se trata de una red de objetos físicos que pueden detectar e interactuar entre sí mientras recopilan e intercambian datos. Su disponibilidad, escalabilidad y asequibilidad están haciendo que el Internet de las Personas se convierta en el Internet no solo de las personas, sino también de las cosas.

La primera revolución industrial ocurrió hace unos cientos de años y facilitó la producción utilizando energía hidráulica y de vapor. La segunda revolución industrial introdujo la producción en masa con la ayuda de la energía eléctrica, seguida de la tercera revolución industrial, la revolución digital, donde la electrónica y la tecnología de la información automatizaron aún más los procesos de producción. Y ahora estamos comenzando con lo que podríamos llamar la cuarta versión de la industria, en la cual los sistemas y objetos digitales y físicos se combinan para lograr una mayor productividad. La diferencia clave esta vez, o la mejora, es que este mayor nivel de productividad se basa en conocimientos e información obtenidos a partir de los datos.

Imaginemos cómo sería un día “normal” en un mundo donde todo está verdaderamente conectado, lo que podríamos llamar “IoTizado”. Te levantas por la mañana y tu pulsera inteligente detecta tus ciclos de sueño e incluso puede saber el momento más oportuno para despertarte suavemente vibrando y parpadeando una luz. Cuando eso sucede, tu pulsera envía un mensaje a otras cosas en tu hogar y pronto comienza una cadena de eventos. Tu lámpara de noche se enciende, el termostato ajusta la temperatura de la habitación y tal vez tu cafetera se pone en marcha. Luego, supongamos que empiezas a preparar el desayuno y sacas el último huevo o alimento del refrigerador o despensa inteligente. Bueno, el refrigerador o despensa está al tanto y agrega los huevos a tu lista de compras en el smartphone o simplemente los añade a tu próximo pedido de alimentos. También puedes recibir una notificación de que hay tráfico en tu camino hacia la oficina y que debes salir temprano. Te sugiere salir 30 minutos antes para evitar retrasos en una reunión programada en tu calendario personal. Y cuando finalmente sales de casa, los sensores ajustan la temperatura hacia abajo, ya que saben que ya no hay nadie más en la casa y también apagan todos los equipos eléctricos para ahorrar consumo de energía innecesario. Todas estas cosas que ya están mejorando tu vida, bueno, comienzan a mejorarla aún más cuando todas están conectadas. Y lo que esto hace es eliminar la necesidad de que tú lleves un registro de actividades recurrentes. En cambio, puedes centrarte en cosas más importantes de la vida.

Desde una perspectiva empresarial, cuando todo está conectado y habilitado con aprendizaje automático, de repente necesitaremos reevaluar quién tiene acceso a qué partes de una experiencia, tanto en el lado físico como en el digital. Tomemos como ejemplo la industria minorista: utilizando un refrigerador inteligente, si de repente el refrigerador puede medir qué productos tiene y cuáles no, puede compartir estos datos de manera segura con terceros autorizados. Y esto puede crear nuevos modelos de negocio para servicios que pueden brindarte un servicio automatizado, permitiendo que tus cosas conectadas se comuniquen con las cosas conectadas de otros. Los minoristas pueden comenzar a crear su estrategia de Internet de las Cosas conectando el centro principal de recopilación de datos, el sistema de punto de venta (POS), a otros dispositivos, como letreros digitales, dispositivos móviles, sitios de comercio electrónico y redes sociales. De esta manera, pueden habilitar una fuerza laboral más móvil y conocedora que puede brindar un mejor servicio.

El Internet de las Cosas está transformando la forma en que vivimos y trabajamos. A medida que más objetos se conectan y se vuelven inteligentes, nuestras vidas se vuelven más eficientes y convenientes. Sin embargo, también plantea desafíos en términos de privacidad y seguridad de los datos. Es importante que las empresas y los consumidores estén conscientes de estos desafíos y tomen medidas para proteger su información personal.

En resumen, el Internet de las Cosas está cambiando la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea. Desde mejorar nuestra rutina diaria hasta transformar la forma en que las empresas operan, el IoT está revolucionando nuestra sociedad. A medida que avancemos hacia un futuro cada vez más conectado, es emocionante pensar en las posibilidades que nos esperan.

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