El Internet de las Cosas: Más que una simple tecnología

El mercado del Internet de las Cosas (IoT) es un espacio mal definido y nebuloso. Aunque la industria se refiere a él como IoT, no es un solo producto. En realidad, el IoT se refiere a numerosos casos de uso y productos que varían en diferentes industrias. Por ejemplo, una empresa minera y un hospital pueden beneficiarse de un mantenimiento predictivo, pero los problemas y las implementaciones son completamente diferentes. Una implementación exitosa de IoT requiere una estrategia coordinada de transformación tecnológica y de procesos empresariales. La estrategia de mejora de procesos empresariales a menudo se pasa por alto mientras los equipos de tecnología se sumergen en los detalles de implementar un conjunto de herramientas de IoT. El pensamiento centrado en la tecnología es precisamente lo que lleva a implementaciones fallidas. Las empresas, temiendo quedarse atrás, se han apresurado a comprar varios componentes de IoT, como sensores, hubs y plataformas, antes de que la empresa haya definido el problema que está tratando de resolver. Los líderes en este campo han buscado casos de uso en los que IoT mejore la productividad de los empleados, brinde eficiencias operativas y permita nuevas oportunidades de ingresos. El IoT requiere más de un cambio tecnológico. Una vez que una empresa define un conjunto de posibles resultados empresariales, la diversión real comienza. Las implementaciones de IoT son todo menos simples. Los líderes de tecnología de la información y tecnología operativa se enfrentan a un mar de proveedores, productos y problemas de integración. Como mínimo, una solución de IoT requiere múltiples capas que incluyen:

  • Dispositivos conectados y comunicaciones. La visión de IoT requiere conectar equipos existentes y nuevos con sensores. Además, existen muchas opciones de conectividad inalámbrica, como 3G, Wi-Fi, Bluetooth y LPWAN.
  • Un conjunto de herramientas de plataforma de conexión. La primera iteración de las soluciones de plataforma de IoT fue un hub que podía conectarse a datos de múltiples dispositivos que utilizaban diferentes protocolos para comunicarse. Hoy en día existen un amplio conjunto de soluciones de plataformas de IoT que incluyen elementos como la gestión de dispositivos que se centra en la configuración, aprovisionamiento, solución de problemas y operación de los dispositivos finales. Al igual que la gestión de dispositivos móviles, la gestión de dispositivos IoT admite la supervisión, prueba, actualización de software y solución de problemas de dispositivos conectados. La gestión de conexiones por cable e inalámbricas debe formar parte de este conjunto. La gestión de API es necesaria para conectar los datos del dispositivo y vincular estos datos a aplicaciones y sistemas de registro/interacción. Esta capa continúa evolucionando rápidamente.

El IoT es mucho más que simplemente conectar dispositivos. Requiere una planificación estratégica y una comprensión profunda de los problemas y necesidades específicas de cada industria. No se trata solo de adquirir componentes de IoT, sino de definir claramente los problemas que se desean resolver y luego buscar las soluciones tecnológicas adecuadas.

En resumen, el IoT tiene el potencial de revolucionar la forma en que las empresas operan y brindan servicios. Sin embargo, para tener éxito en su implementación, es fundamental adoptar un enfoque integral que incluya tanto la transformación tecnológica como la mejora de los procesos empresariales. Solo así se podrán aprovechar al máximo las ventajas que el IoT puede ofrecer.

Te puede interesar